Mestalla está preparada para asistir mañana domingo a un nuevo capitulo de la serie de intriga a la que nos ha venido acostumbrando durante ésta campaña. Los que afírman que la crisis deportiva quedo sepultada en el Bernabeu, afírman mucho. En repetidas ocasiones el Valencia ha dado muestras de mejoría (Valladolid, Nou Camp) e inmediatamente después hemos asistido a una nueva debacle. Ya dije hace semanas que la crisis se dará por concluida cuando se logren cuatro o cinco victorias consecutivas, potencial hay para ello y no nos debe parecer tarea díscola sino obligación moral.
Ante el Mallorca hay que superar el síndrome Mestalla, los de la isla de Palma nos cederán el balón, la responsabilidad del juego y del resultado. El Valencia se desenvuelve mal cuando tiene que crear y por ahí puede llegar el nuevo desastre. Cuidado, el Mallorca ha empatado 13 de sus 29 enfrentamientos en ésta campaña, lo cual indica que no le importa no ganar. Se diría que Cuper sigue allí.
El de mañana es un partido en el que habrá que tener paciencia, será un partido feo (no nos debe importar), de pocas ocasiones de gol, habrá que insistir una y otra vez, ellos cometerán un par de errores y ahí habrá que estar finos, machacar.
Sigo teniendo mis dudas centradas en el apartado defensivo. Helguera no me gusta, está fallando demasiado. La pareja Marchena, Albiol funciona mejor, pero el canterano es duda. Timo da una de cal y otra de arena y nos estamos acostumbrando a recibir dos goles por partido, demasiadas concesiones. Arango y Güiza lo pueden aprovechar.
Hay que pedirle a Maduro más robo de balón en la línea de medios para que la defensa no sufra tanto. Cuanto hecho de menos a Albelda.
El partido me huele a empate y nueva decepción, solo espero que el 7, ese que enmudece al rival, vuelva a demostrar quien es el capo, tampoco estaría mal ver a Villa junto al moro, pero eso será más dificil.
Ya llegarán tiempos mejores, por el momento lo que importa es ganar.
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