Valencia CF 1-2 Sevilla CF10 minutos resistió el Valencia ante un Sevilla que olío la sangre y como un lobo hambriento se lanzó a la yugular de su víctima. Luis Fabiano por 2 veces, la segunda de rebote, tumbó a un Valencia que saltó al rectangulo de juego con la toalla en la mano y dispuesto a tirarla a las primeras de cambio.
Sin respuesta
A los 20 minutos el Sevilla había sentenciado el encuentro y con la llegada de este segundo gol parte del público desalojó el estadio. El público abandonaba precipitadamente su asiento, música de viento y primeros pañuelos,todo antes del final de la primera mitad. Se empeña Koeman en batir todos los records negativos habidos y por haber.
No hay excusas
El Valencia es el peor equipo de primera en su estadio, el que más goles ha recibido, si mañana gana el Valladolid (ocupa lugar de descenso) se situará a dos puntos del Valencia.
Caída sin freno
El Valencia cae en picado, navega a la deriva y los puesto de descenso vuelven por segunda vez a rondar por las mentes de unos jugadores que viven sumidos en una depresión galopante desde que el holandés llegó. Se empecina en el error y para defenderse de ello arremente contra jugadores, prensa, presidente y todo lo que se le ponga a tiro. El holandés se las da de valiente, juega a ser el llanero solitario, pero su actitud solo conduce a la tragedia y el Valencia ya la vivió en forma de descenso en la década de los 80. Alguien tiene que frenar esta locura.
Segundo tiempo y todo igual
Comenzó el segundo asalto y el Sevilla cedió el balón a los che. Cuando los valencianistas tienen que distribuir el balón se convierten en un equipo vulgar, no hay profundidad, no hay remate a porteria. Palop hizo la primera parada del partido, Villa sigue desquiciándose cada día un poquito más. En el 90 marcó Albiol un gol que no consigue maquillar la triste imagen ofrecida durante el resto del partido.
Soluciones
Solo hay un camino: destitución de Koeman y Baquero, que termine la temporada un entrenador de la casa, regreso de Cañizares, Angulo y Albelda, trabajar en defensa para tapar la hemorragia de goles que se está padeciendo, marcar como objetivo la permanencia y planificar el futuro con el entrenador que tenga que dirigir el equipo la próxima campaña. El Valencia es un esparring de bajo nivel, un juguete en manos de cualquier rival, un alma en pena, una sombra de lo que en un pasado reciente fue. Koeman dice que el revulsivo será la victoria ante el Barça, yo me pregunto con que autoridad moral habla de reaccionar. 14 puntos de 51 no dan demasiada credibilidad.
Un apunte
A los que se deleitaban silbando a Quique cada domingo, les recordaré que hace un año a estas alturas el Valencia se jubaba el paso a semifinales de Champions League ante el Chelsea. El próximo domingo, si se pierde ante el Real Madrid en el Bernabeu, se situará a un solo punto del descenso. ¿Por qué esos mismos no silban a Koeman?, que malo es mezclar política y deporte.La realidad habla por si misma.
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