VORO, COMO SU PROPIO NOMBRE INDICA, EL AUTENTICO SALVADOR DEL EQUIPOPor fin terminó el calvario que jamás debió comenzar. Se ha derrochado tinta por doquier, toda ella por desgracia para narrar los desatinos e incoherencias en cada una de las decisiones tomadas por el club.
Solamente la llegada de Voro, cuando el peligro era de muerte, trajo la sensatez y la coherencia que tanto ha faltado. Con cuatro victorias en cinco partidos, Voro demostró que los nombres se llevan la pasta y los hombres ganan los partidos. Un diez al auténtico salvador del equipo.
La despedida se presentaba revuelta, la Agrupación de peñas daba instrucciones para que la protesta por la decepcionante temporada estuviese por encima de la celebración de la Copa del Rey, pero en una temporada aciaga, ni siquiera eso se cumplió. La presencia de la lluvia diluyó ambas cosas, la protesta y la celebración.
En menor medida afectó la lluvia a la despedida del mejor portero que mis ojos han visto luciendo el murciélago che en el pecho. El dragón se va, se lleva con él, mi cariño y el de tantos otros valencianistas, que por encima de intentos de manipulación de ciertos sectores, sabemos reconocer cuando tenemos ante nosotros a un tipo especial.
Santiago es un tipo diferente, de los que odian la mediocridad, de los que provoca tantos odios como pasiones. Pero por encima de opiniones y de intereses, el dragón se va con un palmarés envidiable y con la certeza de que deberán pasar muchos años para que Mestalla acoja a un cancerbero de parecida dimensión. Gracias Cañete, que te vaya bien allá donde quieras lucir tu blanca cabellera.
Con el cierre de la temporada se abren un mar de incógnitas. El futuro de las estrellas, los nuevos fichajes, el nombre del próximo entrenador, el posible retraso en la construcción del estadio, las urgencias de la enorme deuda contraída por el equipo de Juan Soler y por encima de todo, el futuro accionarial del equipo.
No hay tiempo que perder, sea cual sea la decisión que tome Soler, debe hacerlo de inmediato. Eso si, en caso de continuar adelante debe dejarse de hombres de paja. No se puede dirigir desde la sombra, éste club tiene una historia y merece un respeto, es hora de afrontar los problemas, de ofrecer soluciones y de olvidarse de las histerias y comportamientos infantiles. Si no vale para estar al frente, que se vaya.
Se cierra la temporada con un sabor amargo, esperemos que la próxima campaña tenga un tinte distinto y que domine el trabajo, la coherencia y la humildad en cada uno de los estamentos del club.
Ahora toca trabajar por el futuro.
Santiago Cañizares ha sido uno de los mejores porteros de la historia del València, incluso creo que el más laureado. Habría que compararlo con Eizaguirre.
ResponderEliminarMás allá de su peculiar carácter, que ha dividido a sus compañeros en afines o contrarios, mantiene una coherencia fuera del vestuario que muchos no son capaces de mantener. Y en su momento apostó por el València CF en contra de un criterio "lógico" de mantenerse en un club ganador como el Madrid. Un hecho que hoy en día muy poca gente valora, pero que, por su trayectoria y su defensa de los colores, no sólo en el campo, sino con su claridad de ideas en sus declaraciones intentando dar tranquilidad en momentos de mucha presión, hay que reconocerle también.
En cuanto a la planificación para el próximo año, tienes mucha razón. Cuanto antes sepamos quién tiene el mango de la sartén, mejor para el valencianismo. Muchas negociaciones actuales y futuras dependen de ello, y el precio que se pague por ellas, también. Lo malo es que hay mucho dinero por en medio, y ya sabes que hasta que se ate todo, las partes van a apretar todo lo que puedan, lo que quiere decir tiempo. Todo depende de la voluntad de pactar y de lo que cada parte esté dispuesta a pagar/vender.