Hoy se inicia una nueva temporada para el Valencia CF en la que todos los ojos estarán puestos en una plantilla que debe demostrar que sabe pelear y sacrificarse en el campo. Nadie ha hablado de objetivos porque todos sabemos que en este momento, esta es una entidad sin rumbo, un club que navega a la deriva.Pero el Valencia es un club grande que debe saber renacer de sus propias cenizas y situarse de nuevo allí donde le corresponde, el la parte alta de la tabla, haciéndose respetar por los contrarios en los partidos a domicilio y conviertiendo el viejo Mestalla en un feudo inexpugnable.
Siendo realista, yo con un cuarto puesto en liga me daba con un canto en los dientes y si os digo la verdad, no creo que tengamos plantilla para atender a las tres competiciones, por lo que utilizaría la táctica Benitez, es decir, que la UEFA la jueguen los reservas y hasta donde lleguemos. Hay que concentrar todas las fuerzas para la temporada que viene suene la música de la champions en la despedida del viejo Mestalla.
Desde aquí un voto de confianza a la plantilla valencianista, porque es lo único que nos queda hacer, pero estaremos vigilantes.
La suerte está echada. Que ruede el balón
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