Unai no se baja del burro

Tras un mes de experimentos y probaturas diversas, el técnico vasco del Valencia se presentó ante el público de Mestalla con un clásico 4-4-2. El Valencia funcionó mejor que en cualquiera de los anteriores amistosos y la sensación que queda, tras la victoria ante la Fiorentina, es que Unai Emery ha perdido un tiempo valiosísimo en la puesta a punto del equipo.

La idea de jugar con un 4-3-3 le viene de léjos. Desde sus primeros días en Valencia, Unai Emery ha intentado en diversas ocasiones jugar con el susodicho sistema sin demasiado éxito. La pasada campaña ganó en el campo del Getafe y poco más. El resto de probaturas dejaron claro que los jugadores no se sienten cómodos y que crear oportunidades se convierte en una auténtica odisea.

Por eso, no se entiende que Unai haya tardado tanto en jugar con Aduritz y Soldado en el mismo once. Los malos resultados, las dudas surgidas en torno a su figura son los motivos que le llevaron a no jugársela ante la parroquia ché. Un mal resultado ante la Fiorentina, una mala imagen del equipo, le hubiesen puesto en primera línea de fuego y ya se sabe que, cuando Mestalla apunta...

Demasiado pronto para ponerse a la grada en contra, debió pensar el técnico ché. ¿Demasiado pronto?. ¿Acaso no llevamos dos temporadas enteras viendo como da bandazos en cuanto a la filosofía de juego se refiere?.

Mucho me temo que esta temporada veremos dos Valencias muy distintos, el de casa intentando agradar a la afición y el de fuera en "plan amarrategui", con un falso 4-3-3 que en realidad no es más que un 4-5-1 disimulado que deja en desventaja al delantero, luchando en soledad contra la muralla defensiva del rival. Ser delantero en el Valencia y jugar fuera de casa es casi, casi como darse cabezazos contra un muro. Por mucho que uno se golpee la cabeza , no logrará marcar y lo que es peor, no logrará que Unai se baje del burro.