Soldado pierde los papeles en su despedida del VCF

Quiso realizar sus últimas declaraciones en el mismo aeropuerto, instantes antes de volar hacia su nuevo destino en las Islas Británicas, y quiso despedirse del peor modo posible, dejando tras de sí declaraciones duras contra Amadeo Salvo, declaraciones que, sin duda, se pudo ahorrar.

Roberto Soldado es un magnífico delantero, eso lo sabemos todos, es valencianista  y valenciano, y siempre se ha dejado la piel en el campo; por eso, a quienes le ven jugar desde la distancia, les extraña que la afición valencianista no le haya tomado el cariño que le tomaron a otros hombres como David Villa, por poner el caso más reciente. Quizás el problema resida en esa particular forma de ser de Roberto Soldado, es dificil explicarlo, esa forma de transmitir un enfado permanente con el mundo, tal vez sea eso lo que ha evitado que Roberto conecte al 100% con el público de su ciudad.

Su forma de marcharse se presenta como vengativa y falta de clase. Roberto quería renovar, es cierto, pero quería hacerlo según las condiciones que pactó con Manuel Llorente (siempre tan esplendido para algunas cosas y tan tacaño para otras) y al ver que con Amadeo Salvo las cosas iban a ser distintas, el ariete se enfadó.

Los cabreos de Soldado son de cuidado. El enfado y la rabia se reflejan en su rostro de forma diáfana. Tal vez por eso no quiso aparecer ante los medios hasta el día de su despedida. Temía no poderse controlar y hablar más de la cuenta, lo que le habría supuesto complicar más si cabe su salida del club.

Amadeo Salvo no renovó a Albelda, cambió a los técnicos de la escuela, al equipo médico y algunos de los empleados del club de alto nivel. Estaba claro que Salvo quería borrar cualquier rastro del Llorentismo y comenzar de nuevo. Eso desarmó a Soldado y lo dejó fuera de lugar. Soldado no supo aceptar su nueva situación y decidió salir del club. Primero fue el At. de Madrid, después el Liverpool y el Nápoles. Soldado tonteaba con cuantos pretendientes salían a su encuentro al tiempo que declaraba su amor eterno al valencia y el orgullo que sentía por ser el capitán del conjunto che.

Amadeo Salvo accedió a negociar con el Totteham, negoció los plazos de pago, calló cuando Soldado se dejaba querer públicamente por otros clubes y hasta el último minuto habló de él con elegancia y profesionalidad. Es cierto que hubo rifi rafes, incluso discusiones de alto tono, pero Salvo no quiso perjudicar la imagen del jugador y le dio una despedida honrosa (no hay más que leer el comunicado oficial del club para entender que fue así).

Soldado no pudo morderse la lengua y prefirió, una vez conseguido su objetivo de salir del club, despedirse con malos modos y hacerlo a un minuto de su partida hacia Inglaterra, sin siquiera darle a Salvo la oportunidad de réplica.

Habrá quien se pregunte por qué la afición, mayoritariamente, se ha posicionado al lado de Salvo. Creo que, en esta historia, Soldado y sus representantes (los hermanos Toldrá) han pecado de avaricia, al querer un nuevo aumento de sueldo para el jugador primero; más tarde al querer que el club rebajase el precio de traspaso para que esa diferencia se viese reflejada en un mayor sueldo para el jugador; y al exigir una comisión que, aunque legalmente les pertenecía porque Llorente en su día se la quiso regalar, moralmente no debían haberla solicitado jamás porque se trataba de un dinero que pretendían cobrar a cuenta de los próximos cuatro años en los que Soldado ya no estará en el club.

Todo esto ha deteriorado la imagen del jugador y de sus representantes y ha revalorizado a un presidente que ha dado la imagen de defender al club por encima de todo. Puede que esta haya sido la puesta de escena a la que hemos asistido y puede que la historia haya sido radicalmente distinta, eso no lo sabemos, pero lo cierto es que, sea como fuere, Soldado y los Toldrá no han sabido llevar el tema de cara a la galería y digan lo que digan, el aficionado valencianista les culpa de querer exprimir al club en el peor momento de su historia.

No sé como presidirá el club, pero sé que de momento, Amadeo Salvo se ha apuntado un tanto gracias a la nula capacidad de Soldado y sus representantes para llevar esta situación a buen término.

Una pena, Soldado tuvo la oportunidad de marcharse al Totteham, a ganar el doble de lo que gana aquí, haciendolo por la puerta grande. Por desgracia las últimas semanas no ha sabido gestionar el tema y su carácter le ha traicionado. Le deseo suerte en su nuevo destino y espero que, con el paso del tiempo, aprenda a gestionar mejor las situaciones de estres.