Tras la revolución a la que Rufete sometió a la plantilla, con las entradas de Araujo, Vargas, Senderos, Keita y Vezo (que llegó en el mes de diciembre y las salidas de Ramí, Postiga, Pabon, Canales y Banega, el Valencia dio un golpe en la mesa y se impuso (2-3) al Fútbol Club Barcelona, en el Nou Camp, en una segunda parte de coraje y empuje, demostrando que si se cree en el trabajo, no es necesario un equipo de estrellas rutilantes, para hacer cosas grandes.
El partido del sábado en el Nou Camp debe servir de punto de inflexión para un equipo que, puede que no llegue a tiempo de alcanzar las posiciones que dan derecho a jugar la Champions, pero aún existen dos objetivos importantes para el futuro del club, conseguir la clasificación para la próxima Europa league y conseguir la de esta temporada.
Si repasamos la plantilla valencianista nos daremos cuenta de que a nadie le sobran los títulos en sus vitrinas, por lo que, para aquellos que pueden pensar que se trata de una competición menor, hay que decir que en 95 años de historia el Valencia Cf solo ha conseguido alzar el mencionado trofeo en tres ocasiones, las temporadas 61/62, 62/63 bajo la denominación de Copa de Ferias y ya en la 2003/04 como Copa de la UEFA.
Creo que es buen momento para reunir la plantilla y hacerles una lectura de lo que desde este momento y hasta el final de temporada se espera de ellos, tanto a nivel individual como colectivo, y cual es el objetivo por el que hay que luchar. Si Rufete ha hecho una limpia en toda regla no ha sido simplemente por los problemas económicos de la entidad valencianista, sino para deshacerse de jugadores acomodados, poco motivados o que se creen mejores que el club que les paga.
Ese mensaje hay que trasladárselo a quienes siguen en el club y a quienes llegan nuevos. El Valencia debe pelear como un equipo grande porque su historia dice que lo es y los únicos que pueden lograr revertir la actual situación son ellos.
Lo del pasado sábado fue una auténtica machada. Hacía una década que el Valencia no asaltaba en Nou Camp, pero es más, el Fc Barcelona llevaba dos años sin perder en casa. Esta gesta aporta dos cosas muy importantes, tres puntos que sirven para recortar distancia con los rivales como Sevilla y Real Sociedad que cosecharon sendas derrotas y para darle al equipo una credibilidad de la que carecían.
Me atrevo a decir que lo segundo casi es más importante que lo primero, que está en ellos la posibilidad de hacer que la machada sirva para unir al grupo en torno a un fin común. Ahora saben que pueden ganar a cualquiera, falta que día a día se sigan ganando el respeto de todos y la credibilidad que han recuperado derrotando a los Messi, Xavi, Iniesta y compañía. Necesitamos de su compromiso, nuestro apoyo lo tienen.
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