Sufrir para recobrar la sonrisa

Hoy es un día especial, uno de esos días en los que ocurra lo que ocurra, nadie va a quedar indiferente. Ches y culés viven momentos dificiles, los che más complicados, los de la ciudad condal con más bajas.

El empate a uno de la ída puede llevar a engaño, el Barça viene de víctima, primado y lloriqueando. Cuando los culés lloran hay que temer más aún.

Cuidado con Mejuto Gonzalez, nos la montó el pasado año en Bilbao con los dos penalties escamoteados de forma vergonzosa. Además a Mejuto le recordaré que ésto es fútbol y no balonmano. Lo digo por lo de la ida. ¿lo has Entendido, Etoó?

Helguera está tocado por lo Marchena y Albiol serán la pareja de centrales. Ello obliga a que el trivote lo conformen Maduro, Silva y Banega. Las bandas serán para Mata y Joaquín que regresa después de dos semanas. Arriba, el llanero solitario, David Villa. Koeman entregará el balón al Barça, en las condiciones en que se encuentra el equipo, intentar jugar de tu a tu sería un suicidio. Así que se prevé un partido muy similar al de la ida. Esperemos que no se concedan tantas oportunidades de gol, Hildebrandt desde aquel día no la ha vuelto a oler.

Será una noche de sufrimiento, debe ser una noche de sacrificio, de lucha, una noche de pasión. No importa cual sea la táctica, hay que morir peleando y conseguir que el sufrimiento de los murcielagos sirva para recuperar la alegría perdida, para volver a sonreir, para jugar la final.

Del resto nos ocuparemos mañana