Ocho son los equipos que ya han debutado en le Eurocopa de Austria y Suiza (tanto monta), 360 los minutos de juego disputados, incluidos los pertinentes cambios, son cerca de 50 los jugadores que han disputado algún minuto de juego y solo he visto a un jugador hacer un regate y marcharse de su par.
El fútbol moderno ha ganado en velocidad, en preparación física, en potencia en presión en cada una de las líneas, los espacios se han reducido y la calidad técnica ha perdido la importancia que en anteriores décadas tuvo.
Hoy se puede ser jugador de fútbol sin tener técnica, Gattuso, Albelda, Makelele lo han demostrado, pero también otros futbolistas a los que se ha adorado como si de dioses se tratara.
Beckam no se fue jamás de su marcador, sus internadas siempre fueron por velocidad, jamás por técnica, esta última la reservaba para los centros, que cuando se encontraba con un rival enfrente, se producían a las primeras de cambio. No importaba que se encontrase en tres cuartos del campo rival, Beckam metía los centros desde ahí por dos razones: la primera porque tiene un guante en la bota, la segunda porque nunca fue capaz de realizar un dribling.
Por eso cuando vemos a un jugador como Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, sabemos que estamos frente a alguien distinto. Son tipos en extinción, de los que se atreven a encarar, driblar y si es necesario volverlo a hacer tantas veces como la jugada lo requiera, aún a riesgo de perderse en el intento.
Muchos les tachan de "chupones", otros dicen de ellos que necesitan dos balones, uno para uso propio y otro para el resto del equipo, sin embargo, cuando nos encontramos con un tipo de este calibre, aunque sea del equipo rival, al volver a casa pensamos que valió la pena pagar la entrada.
Por eso no se puede marchar Silva, el canario es un tipo en extinción, atesora una calidad increíble y una juventud insultante. Silva tiene lo bueno de los canarios, el gusto por la técnica, el dribling, la técnica y la inteligencia necesaria para llevarlo a cabo y el descaro suficiente para intentarlo tantas veces como le venga en gana, sin importarle el rival que tenga en frente.
El pequeño canario tiene apenas 22 años y una regularidad esquisita, este año ha sido de los pocos que se han salvado de la quema, lo cual demuestra que carece de las lagunas futbolísticas de otros futbolistas isleños. David Silva ya es un gran jugador y aún le queda mucho por crecer. David Silva no debería salir del Valencia porque es un tipo de esos que cuando ven al rival están viendo el hueco por el que superarle, es un jugador en extinción.
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