No hay por que temer. Si él aguanta, nosotros también
El sol del Atica en el mes de junio invitaba a darse un chapuzón. Así lo hicimos. Ayer domingo, alrededor de las 11,30 de la mañana salimos rumbo a las costas del cabo Sunio. Encontramos una pequeña playa cerca de Anavisos, poco después de Varkisa.
Toallas sobre la arena y chapuzón veraniego. Todo parecía normal, ni siquiera nos habíamos librado del tan odiado tráfico de los domingos en las zonas costeras.
De pronto todo se tambaleó, fue como si los dioses del Olimpo se hubiesen enfadado por el exceso de bañistas en sus playas meditérráneas. No, no era eso, tampoco fue Apolo cabreado por el enésimo no de Afrodita. No era una cuestión de orgullos heridos, se trataba de algo distinto.
La herida venía de un lugar más profundo, de las entrañas mismas de la tierra. El mismísimo hades se estremeció al sentir como las dos placas tectónicas superpuestas sobre las que se sostiene la tierra helena, se deslizaban una sobre la otra y provocaban uno de los mayores temblores que se han sentido aquí en las últimas décadas.
6´5, esa es la intensidad oficial declarada por los sismologos del estado, sin embargo la población, experta en estas lides, afirma que la intensidad y la duración del mismo, fue superior al seísmo del 8 de septiembre de 1998, el mayor sufrido en muchos años. Se rumorea que el gobierno no da los datos correctos para no alarmar a la población.
El terremoto tuvo su epicentro en las tierras del Peloponeso, su efecto se sintió en casi toda Grecia, en la isla de Creta y hasta en el sur de la bota italiana. La gran intensidad del mismo es debida a que dicho epicentro se produjo a apenas 10 km. de profundidad, demasiado cerca de la superficie como para no producir desperfectos.
Son 4 las víctimas mortales y cerca de 200 los heridos hasta el momento. En cuanto a daños materiales aún es pronto para evaluaros, sin embargo ya se conocen cientos de casos de perdida de todos los enseres por derrumbe de construcciones.
Todo apunta a que sufriremos una embestida igual a mayor durante las próximas horas. Las posteriores replicas no han sido de gran intensidad, excepto cuatro de ellas que han sobrepasado los 4,5 grados richter. Las previsiones indican que la mayor de las réplicas aún esta por llegar.
En este momento, las 16:00 horas en Grecia, el cielo se ha tornado negro, una tormenta cerrada y cargada de electricidad esta bañando las calles de la capital ateniense. A pesar de no tener ninguna conexión, se diría que es el presagio de algo.
De momento estamos bien, nada hemos sufrido y no hay porque temer, yo vivo al lado de la Acrópolis, si esta no cayó en 25 siglos de existencia, no vamos a temer ahora. Sin embargo, estamos todos pendientes porque en cualquier momento se puede producir la sacudida. Sería la cuarta en lo que va de año.
Perdonad que hoy no os haya hablado de fútbol.
Saludos desde Atenas
Ánimos desde aquí, y que se acabe todo lo más pronto posible.
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