
Tiene por costumbre el club de Chamartin, desestabilizar a sus rivales. Si bien la lógica dice que el potencial de cada club se demuestra sobre el cesped, el Madrid no acostumbra a esperar a que ruede el balón. Por eso desde hace años, la táctica de desestabilizar al contrario desde los despachos ha sido el pan nuestro de cada día para los directivos del Real Madrid.
Todos recordamos la forma en la que salió Mijatovic del Valencia. Una semana antes de la finalización de la liga y con el Valencia jugándose el título, el Madrid tentó a Mijatovic, le hizo salir en la prensa con una camiseta merengue y consiguieron que no se hablase de la posibilidad de conseguir el título liguero en ningún momento.
Mas tarde repetirían la táctica, semanas antes de la final de Champions League de Paris, se desencadenaron una serie de rumores de venta de jugadores del Valencia que supuestamente desembarcarían en tierras madrileñas con el único fin de descentrar a la plantilla. A aquella final fueron varios los jugadores que saltaron al terreno de juego con la camiseta del Valencia y con una oferta del rival sobre la mesa. El resultado todos lo vimos, el equipo no fue ni la sombra de lo competitivo que había sido hasta aquel momento, y es más, la campaña madrinista consiguió desestabilizar hasta tal punto que durante un mes pareció que el Madrid iba a jugar la final de la Champions contra un equipo extranjero.
Ahora la historia se repite. El Valencia está viviendo uno de los periodos más convulsos de su historia, cambios de entrenadores, de secretarios técnicos, de equipos médicos, fichajes y ventas y cesiones de jugadores con la intención de acabar con la profunda crisis, cambios continuos de consejeros e incluso de presidentes. Sin embargo, desde hace un par de semanas parecía que la calma comenzaba a instalarse en Mestalla (excepción hecha del fracaso de la Supercopa), la tranquilidad comenzaba a respirarse en los despachos valencianistas y parecía que las estrellas Silva y Villa se iban a quedar.
Pero una véz más es el Real Madrid el que siembra la discordía en el seno Che, haciendo una oferta apetecible a tan solo cinco días del inicio liguero. El debate está servido. Soriano , preso de sus promesas, teme vender al astro asturiano y que ello suponga un desgaste tan grande ante la afición que ponga en riesgo su continuidad al frente del club. Por su parte, Fernando y Emery son partidarios de la salida de Villa por 50 millones, porque ello les permitiría el fichaje de un punta (estilo Pavlichenco ) y reforzar el ecntro del campo. El debate está servido y sea cual sea la decisión final, el Real Madrid se habrá salido con la suya una vez más, porque a cuatro días del inicio de liga el Valencia aún tiene la plantilla por configurar y un nuevo debate abierto en el seno del club.
Geia sas, kyrie Pacito
ResponderEliminarel barcelona se queda si extremo izquierda (ni Silva, ni Arshavin, ni Capel )después de haber fichado a toda carrera. El Valencia no tiene centro del campo, requiere estructrar la defensa y va a dejar al mejor delantero centro español, desde Quini y Santillana, irse al Madrid (ojala vaya al Chelsea). El Sevilla se queda sin Kone y no va a fichar otro delantero. El Atlético se ha especializado en fichar cracks que verano tras verano convierte en jugadores mediocres...
Creo que al final lo de la prensa de Madrid es lo de menos. Otro año que, si no cambia la cosa, entre unos y otros le ponen la liga en bandeja de plata al equipo merengue.
Esperemos que cambie la cosa.
Ciao
Bueno, siempre nos queda Paco Roig, uy perdón, Fernando Roig para darle al Madrid en las narices y renovar a Cazorla cuando creían que lo tenían hecho.
ResponderEliminarAl final, el Villareal será el único aspirante serio a quitarle la liga al Madrid.