La táctica de Juan Soler se está cumpliendo. Cuando dejó la presidencia del club para colocar en su lugar a Morera, el ex-presidente Juan Soler buscaba esconderse tras el muñeco y evitar así el aluvión de crítcas que le estaban cayendo.
Pero el muñeco no podía hacerlo bien porque no tenía ningún margen de maniobra, simplemente ponía la cara, el resto lo gestionaba Juan Soler. Como que la gestión de Soler siempre ha sido nefasta, la llegada de Koeman, los jugadores apartados del equipo, el juicio de Albelda y una situación desastrosa en la liga quemaron al muñeco Morera antes de lo previsto. Ni siquiera la consecución de la Copa del Rey tuvo el efecto apagafuegos que Soler hubiese desado.
Finalizada la temporada había que dar una vuelta de tuerca más a la maquiavélica táctica de Soler. Para ello buscó a Villalonga. Juan le daría la pócima mágica para acabar con la deuda, despues se le despediría con una patada en el culo, como siempre hace Soler, y el hijo de Batiste regresaría a la presidencia unos meses antes de la inauguración del estadio con la economía saneada.
Pero a Soler se le escapó algo. Juan no tuvo la prudencia de prever que Villalonga no es un muñeco de paja sino un tiburón. Villalonga fue a por todas, intentó ampliar el capital social de la entidad valencianista con capital extranjero. Una inyección económica que además de permitir maniobrar de forma inmediata, lo que conseguía era obligar a Soler y Soriano a invertir más dinero para mantener la misma cuota de poder. Pero Soler no estaba dispuesto a poner un euro más y mucho menos a perder una parcela de poder, por lo que se negó a la ampliación de capital. El siguiente paso de Villalonga fue lanzar una oferta por las acciones de Soler. Juan se asustó, tantos sufrimientos y al final sería otro quien se hiciese la foto de la inauguración del estadio. No lo podía permitir, por lo que echó del club a Villalonga y se alió con su enemigo intimo, Vicente Soriano.
El pacto estaba claro, ambos seguían manteniendo su poder sin poner un euro más, Soriano se hacía con la presidencia del club y cumplía así su sueño. Juan de nuevo tenía un muñeco tras el que cubrirse y un nuevo margen de tiempo. La promesa de que las dos estrellas se quedarían en el club y dos ofertas indefinidas por la compra de terrenos del viejo Mestalla y por el terciario del nuevo Mestalla, deberían bastar para aplacar a las masas.
Así acudieron a la junta general. Comfirmada la continuidad de Silva y con la promesa de que Villa continuará, lo más dificil era hacer creer al accionista que en un par de meses la deuda de 780 millones de euros se transformará en deuda cero. Como que a Soriano había que darle el beneficio de la duda, la asamblea se saldó sin problemas.
Así pues, vendiendo humo, sigue adelante el plan del bueno de Juan Soler, al que muchos tratan de tonto pero al que nadie puede descabalgar de su poltrona. Soler sgue dirigiendo el club, agazapado tras la figura de Soriano, que aún no ha comprado las acciones ni jámas lo hará. Soriano cumplió su sueño de reinar por un día o por unos meses y Soler ya anda buscando un repuesto para cuando se le queme este, su nuevo juguete.
El objetivo de Soler, que su nombre pase a la historia como el presidente que construyó e inauguró el nuevo estadio de Mestalla. Ridículo pero verídico
Cada cosa que te leo, estoy más de acuerdo contigo. Ya veremos como queda todo esto. Un saludo.
ResponderEliminarLo que pasa, amigo mestalleta, es que lo evidente parece diluirse cuando los intereses mediáticos se empeñan en distorsionar la realidad.
ResponderEliminarLos medios valencianos responden a los intereses de Camps y por extensión a los de Rita y Soler. Con 1/10 parte del daño que ha hecho Soler al VCF, a Paco Roig le crucificaron, sin embargo los medios siguen hablando de Soler como el hombre que construye el nuevo Mestalla.
La prensa oficial es para echarse a llorar.
me parece muy surrealista todo lo que dices y me extraña que sólo tu lo sepas y nadie más en todo el periodismo nacional
ResponderEliminarSurrealista o no es mi opinión y creo que es respetable. Lo que no es respetable es que la misma gente que ha provocado una deuda de 750 millones de euros, que ha estado a punto de descender al equipo a segunda división y que ha desprestigiado al club a nivel mundial, sea la misma que quiera salir triunfante porque ha construido un estadio que léjos de ser la panacea (como nos vendieron) lo que han conseguido con su construcción es hipotecar al club hasta límites insospechados.
ResponderEliminarDe todas formas lo extraño no es que sea yo el único que conoce este tema sino que seas tu el único que no lo conoce. Me gustaría haberme dirigido a ti por tu nombre, pero desgraciadamente firmaste como anonimo.
Saludos de Valencia y che