Los problemas defensivos del Valencia CF

Los problemas defensivos del Valencia cf son, sin duda alguna, la mayor preocupación de Unai Emry. El equipo está encajando goles a balón parado en cada partido, hasta siente en los últimos ocho partidos. La zaga ché está siendo cuestionada y mientras tanto sus integrantes se van a sus respectivas selecciones.

Albiol y Marchena jugarán en la noche de hoy con la selección española ante la selección inglesa que dirije Capello. Miguel acudirá a su cita con la portuguesa que se enfrentará a Finlandia y Alexis sigue con su plan de recuperación y parece que no estará disponible antes de tres semanas.

El lateral izquierdo es la única posición en la que todos sus inegrabtes están a disposición del entrenador. Una posición en la que Moreti juega todos los minutos, del Horno no cuenta para el entrenador y Carleto todavía no ha debutado.

Parece que no son estas las mejores circunstáncias para que un entrenador pueda trabajar en los entrenamientos los errores que se cometen durante los partidos. Una vez más Unai verá como se consume una nueva semana sin poder contar con la zaga al completo y es que si observamos las alineaciones que el vasco presenta, rara es la ocasión en la que ha repetido cuarteto defensivo.

Maduro, Albelda, Angulo, del Horno, Moretti, Albiol, Alexis, Marchena, Helguera y Miguel son los nueve hombres que han pasado por la línea defensiva sin conseguir dar la seguridad defensiva que el equipo necesita. A ello se ha sumado la inseguridad en la posición de la portería, puesto en el que han jugado hasta tres porteros : Renan, Guaita y Cesar, además del abandono del club del alemán Hildebrandt y la baja de Ivan Helguera.

Pero culpar a los jugadores sería decir medias verdades. El técnico vasco ha variado, no solo los hombres que han conformado la defensa, sino que ha realizado constantes cambios tácticos. Así pues, el equipo ha jugado con una defensa de cuatro y por delante un doble pivote defensivo, en otras ocasiones con un doble pivote ofensivo, con un trivote en el mediocampo y en unas ocasiones con la defensa adelantada mientras que en otras lo hacía bastantes metros más atrás.

Todo ello ha contribuido al caos que el equipo vive. En estos momentos, independientemente de quien integre la defensa, la inseguridad es palpable y es que la psicósis se ha apoderado de la zaga hasta el punto que en la primera ocasión concedida se encaja un gol.

No se si Unai se está dando cuenta de que ha adelantado la defensa en el peor momento posible. A principios de temporada contaba con todos los efectivos y podía repetir alineaciones, sin embargo tomaba bastantes menos riesgos de los que toma ahora que la plantilla está mermada y cansada. Tal vez dar un paso atrás con el objetivo de salir con rapidez al ataque podría dar ese punto de estabilidad que se necesita. Por otra parte, la ausencia de competencia en el lateral derecho está haciendo que Miguel no mantenga el nivel de exigencia deseable.

Los equipos se construyen de atrás hacia adelante, sin embargo, el Valencia goza de un potencial ofensivo admirable pero se rompe atrás. Esa es una explicación a las cinco derrotas consecutivas cosechadas en los últimos cinco partidos que los valencianistas han jugado léjos de Valencia.

No es esta la mejor semana para trabajar la defensa porque, como ya he mencionado, la mayoría de sus integrantes están concentrados en sus respectivas selecciones, sin embargo habría que ir pensando en parar al patriota Salva que abuen seguro estará deseando asaltar Mestalla y darle a su Malaga una posición de champions que supondría un ridículo monumental para los de Emery.

Para remediarlo y a la espera de que la compenetración entre los zagueros adquiera un nivel óptimo, no estaría de más que se retrasase unos cuantos metros la posción de la defensa y que se incrementasen las ayudas defensivas por parte de los mediocentros. Unai está dilapidando la cosecha de puntos que acumuló en la primera parte de la liga y puede que su cabezonería acabe por enviarle al infierno. Esperemos que reaccione, por el bien de todos.