La plantilla del Valencia esperaba que su presidente, Vicente Soriano, les comunicase personalmente que todavía no iban a cobrar. sin embargo, fue Fernando Gómez quien comunicó a los jugadores ché ni cobran ni se sabe cuando lo van a hacer.
El cabreo entre los jugadores es proporcional a desbajarajuste defensivo que el equipo muestra sobre el campo. Con este ánimo volarán hacia Kiev con la intención de continuar vivos en la única competición en la que pueden conquistar un título.
Ellos insisten, los jugadores, en que el tema económico no afecta al rendimiento deportivo, es de agradecer porque, de lo contrario, no se cual podría ser el rendimiento del equipo a estas alturas del campeonato.
Lo cierto es que ya nadie confía en Soriano. La afición desilusionada se pregunta por qué se ha renunciado a la venta de los terrenos de Mestalla y se opta por otras vías que no lograrán más que hundir al club en la más absoluta de las miserias. La obtención de un crédito usura o la venta apresurada de Silva a la Juventus con el fin de obtener liquidez no es más que una huida hacia adelante que solo beneficia al propio Soriano en su empeño por ganar un tiempo, un tiempo que léjos de utilizar con provecho, está sirviendo para que su salida del club sea más dura de lo deseable.
El declive deportivo acorta los plazos de Soriano al ritmo que el propio presidente consigue aplazar los pagos pendientes. No hay más plazos, no hay más tiempo, es hora de bajarse del trono y hablar al pueblo cara a cara, con los pies en el suelo y la mirada clara, con la sinceridad del que quiso y no pudo que siempre será mejor que la mentira del que quiso y no se atrevió a reconocer que no pudo. Valga esto para Unai que cada día anda más léjos de los jugadores y que si no reconoce su error puede ver como se le derrumba el castillo de naipes con el primer soplo de brisa primaveral.
El vaso esta lleno, a falta de una gota que desborde la paciencia de los acreedores, la de los aficionados, la de los futbolistas, la paciencia infinita que el corazón de cada valencianista está demostrando desde hace años. Que se cuiden Soriano y Unai, que anden con pasos de plomo porque una simple gota, un sismple desliz, un mínimo descuido pueden bastar para que se desborde el río de dolor valencianista y en su avalancha acabe arrasando con todo. Ellos incluidos.
Valencia y ché
Afortunadamente no estamos en la situación deportiva de la pasada liga porque entonces Valenciastán estaría en plena guerra civil.
ResponderEliminarNo estamos en la situación deportiva del año pasado pero los números de los últimos seis partidos lo son. Por eso, mucho me temo que si los jugadores no cobran pronto la situación puede empezar a parecersele.
ResponderEliminarQue reaccione Emery pronto porque Soriano no creo que lo haga