Unai y Quique han estado jugando al gato y al ratón durante toda la semana, intentando ocultar sus cartas y descartes, la táctica a emplear y lanzando mensajes con el fin de mermar la moral del rival.
Lo cierto es que mientras Quique afirma que les interesa un partido controlado, de pocas ocasiones, distinto al de Mestalla en la ida; el entrenador del Valencia afirma todo lo contrario y apuesta por el intercambio de golpes.
En mi opinión ambos se equivocan, pero sobre todo Emery. Quique piensa que en un partido sin centro del campo su equipo saldrá perdiendo, por eso apuesta por mantener el control e intentar mantener la exigua ventaja adquirida en Mestalla y a ser posible marcar un gol y cerrar el partido. Pero Quique se equivoca, porque al Valencia no le hace falta golear en el Calderón, le basta con ganar 0-1 para pasar de ronda, con lo que en un partido de pocos goles siempre estará caminando sobre el alambre y a expensas de una genialidad de los hombres de ataque del Valencia.
Por esa misma razón se equivoca Unai al buscar un partido abierto, de muchas ocasiones, de continuas idas y venidas. Si se da un partido de esas características se estará jugando la eliminatoria a cara o cruz y que me perdone Unai, pero es de poco entrenador entregarle la clasificación a la fortuna antes de haber saltado al cesped.
Por eso, el planteamiento de salida ha de ser único para ambos equipos, intentar ganar la batalla del centro del campo y a partir de ahí generar ocasiones de gol sin permitir la salida al contragolpe del rival. Sobre el tapiz, ambos entrenadores deberían buscar una victoria por 1-0 ó 0-1, (a Quique le basta el empate sin goles o a un gol) a ambos les valdría; sobre el campo, todos sabemos que la anarquía y el caós se adueñaran del partido, algo que al espectador con salud coronaria le puede agradar, pero que dice muy poco de los entrenadores.
Lo cierto es que mientras Quique afirma que les interesa un partido controlado, de pocas ocasiones, distinto al de Mestalla en la ida; el entrenador del Valencia afirma todo lo contrario y apuesta por el intercambio de golpes.
En mi opinión ambos se equivocan, pero sobre todo Emery. Quique piensa que en un partido sin centro del campo su equipo saldrá perdiendo, por eso apuesta por mantener el control e intentar mantener la exigua ventaja adquirida en Mestalla y a ser posible marcar un gol y cerrar el partido. Pero Quique se equivoca, porque al Valencia no le hace falta golear en el Calderón, le basta con ganar 0-1 para pasar de ronda, con lo que en un partido de pocos goles siempre estará caminando sobre el alambre y a expensas de una genialidad de los hombres de ataque del Valencia.
Por esa misma razón se equivoca Unai al buscar un partido abierto, de muchas ocasiones, de continuas idas y venidas. Si se da un partido de esas características se estará jugando la eliminatoria a cara o cruz y que me perdone Unai, pero es de poco entrenador entregarle la clasificación a la fortuna antes de haber saltado al cesped.
Por eso, el planteamiento de salida ha de ser único para ambos equipos, intentar ganar la batalla del centro del campo y a partir de ahí generar ocasiones de gol sin permitir la salida al contragolpe del rival. Sobre el tapiz, ambos entrenadores deberían buscar una victoria por 1-0 ó 0-1, (a Quique le basta el empate sin goles o a un gol) a ambos les valdría; sobre el campo, todos sabemos que la anarquía y el caós se adueñaran del partido, algo que al espectador con salud coronaria le puede agradar, pero que dice muy poco de los entrenadores.
Yo estoy seguro de que a ninguno de los dos les van a hacer caso sus jugadores: los del Manzanares saldrán a atizar y los nuestros a esperar que es lo contrario de lo que les dirán Quiquito y Unai
ResponderEliminarBueno, esta noche nos sentaremos a ver quien lo hace peor.
ResponderEliminarCreo que será un partido de pocos goles, aunque también pensaba eso para el partido de Bremen...
Amunt!
Juan, pienso como tú, por eso el post. Yo tambiém creo que los entrenadores pintan poco en partidos como este.
ResponderEliminarMoi, yo creo que 2-2 y a la prorroga; El pupas y el Valencia no pueden más que jugar con nuestra salud hasta el último minuto