Aston Villa vs Valencia CF. Jugando a no jugar

Aston Villa 0-0 Valencia Cf.
Seré muy escueto. Cuando hay pocas cosas que decir es mejor no estenderse. El de añoche fue un combate nulo entre dos equipos que nada tenían que aportar al panorama futbólístico actual.

Cuando un entrenador tiene un equipo superior físicamente ante sí, tiene dos formas de plantear el partido; la primera consiste en intentar ganar la baza al rival con superioridad técnica, la segunda, plantear un partido físico en defensa, renunciando al ataque y rezar para que termine en empate a cero goles. Unai optó por la segunda solución, sin duda, la menos creativa y la más mediocre. A mí personalmente no me sorprende, no olvidemos que es la tercera temporada de Unai en Valencia.

No descarto que sean mis escasos conocimientos futbolísticos, pero a día de hoy, aún no consigo vislumbrar a que juega el equipo de Emery. Cada partido juega a algo distinto, cada encuentro muestra una imagen distinta. Así, este equipo está condenado a convertirse en una caja de sorpresas, en muchas ocasiones, poco agradables para el espectador. Alguno dirá que estamos en pretemporada y que es época de pruebas, craso error. Se prueba todo en pretemporada pero el estilo de juego de un equipo tiene que estar definido de antemano para que los jugadores sepan a que atenerse, de lo contrario, jamás se jugará de memoria.

Me importa poco si jugamos con un 4-2-3-1 o con un 4-3-3; me da lo mismo si jugamos al toque, al contrataque o al patadón; pero ya va siendo hora de que reconozcamos un estilo de juego en un equipo que, insisto, cuenta con un entrenador que está en su tercer año y que todavía anda dando bandazos en cuanto a sistema y estilo de juego se refiere.

¿Por qué digo esto?. Porque esta noche veremos otro Valencia y mañana diremos que con Banega y Tino Costa la cosa cambia. Y no debería ser así. En cualquier club con personalidad, el estilo de juego está por encima de todo, desde el primer equipo hasta el último de los benjamines de la entidad, mientras que en el Valencia es imposible mantener una línea ni siquiera entre los titulares y suplentes del primer equipo.

Podemos definirlo como más nos guste, como más rabia nos dé. Podemos decir, según nos convenga que es un equipo que tiene dos caras, con lo cual nunca sabremos lo que nos espera; o podremos decir, si somos generosos, que se trata de un equipo que sabe jugar a muchas cosas. En ambos casos, el equipo corre un serio riesgo de que sus integrantes sufran más de un cortacircuito en mitad de los partidos, que se rompan las líneas y que cada uno juegue a lo que le venga en gana en cada momento.

Yo recuerdo al primer Ranieri. Aquel Valencia jugaba clarísimamente al contragolpe, tenía un estilo más que definido y gustase o no, los aficionados reconociamos la personalidad del Valencia del italiano. Con Cuper pasaba lo mismo, un equipo ultradefensivo que intentaba aprovechar sus escasas oportunidades de gol para llevarse los partidos, los defensores y detractores del entrenador tenían clara una cosa, el estilo del equipo. Lo mismo puedo decir de Benitez, muy ordenados atrás y la presión asfixiante sobre el rival para recuperar balones en campo contrario y a partir de ahí intentar hacerse con los encuentros. Nadie dudaba de la personalidad del equipo de Benitez.

¿Alguien puede decirme a que juega el Valencia de Unai?. O es que yo no me entero o es que  ni el mismo Unai lo ha descubierto aún y vamos por la tercera campaña.

Insisto, si esta noche se juega bien ante el City, me alegraré, pero no cambiará mi opinión, al contrario, se reafirmará. Cada día jugamos a algo distinto y casi nunca sabemos a que jugamos.