Manuel Fernándes saltó al césped del Molinón en el once inicial. El jugador portugués cuajó un gran encuentro y fue el mejor sobre el terreno de juego. Todos sabemos de las cualides técnicas y físicas del jugador, ahí no hay discusión. El debate surge cuando hablamos de su regularidad. Los detractores afirman que no se puede jugar un partido bueno y diéz malos; los que le defienden argumentan que no se le dan las oportunidades necesarias y que por eso no puede cuajar buenos partidos con regularidad. Estos últimos suelen compararle con Albelda, algo que aún no he logrado entender.
Para mí Fernandes no es ni Albelda, ni Banega; puede ejercer de ambos (también de Topal, para los suspicaces). Su polivalencia le permite atacar y defender, sin duda una gran virtud, sin embargo, dado el marcado caracter ofensivo de Banega y Tino Costa, y el carácter claramente defensivo de Topal y Albelda la virtud de Fernándes puede acabar por convertirse en un handicap para el entrenador, que no encuentra un rol específico para Manuel, una labor en la que se sienta a gusto y que beneficie a su compañero de centro del campo.
Manuel es un tipo extraño; un día dice que se va y al siguiente niega haberlo dicho y afirma sentirse muy feliz en Valencia. El pasado invierno pasó la revisión médica con el Inter y tuvo que volver por una maniobra estúpida de Mourinho. Se le acusó de estar lesionado cuando no era cierto. Aquel hecho ha provocado que más de un equipo tenga dudas a la hora de afrontar su fichaje.
Por otra parte, el representante del jugador acostumbra a presumir de la cantidad de equipos grandes que están interesados en el jugador, pero nunca presenta ninguna oferta en firme. Esta actitud poco cauta de su representante le ha hecho cometer más de un error y estoy seguro de que, más de una de las declaraciones desafortunadas que ha realizado Fernándes han sido como consecuéncia de los malos consejos que su representante le da.
Que el rendimiento del portugués no es el que mucha gente esperabamos es algo obvio, pero no es una opinión que solo comparte un porcentaje de la afición. Unai le reprendió públicamente hace pocas semanas, calificándole de promesa del fútbol. Las duras palabras de Unai y la charla que el propio entrenador y Braulio tuvieron con él, debía servir para hacerle reaccionar.
Desde aquella rueda de prensa en la que Unai exigió un mayor rendimiento a su jugador, el entrenador valencianista se ha posicionado a su lado, le ha apoyado y ha insistido en que forma parte de la plantilla y como tal, debe sentirse integrado. Atrás quedó su negativa a marcharse cedido al Málaga, ahora está aquí y es aquí donde se le exige rendir al máximo.
Prueba de esta confianza es que Unai le dio la posibilidad de salir de inicio ante el Sporting y en agradecimiento, Fernandes se marcó un gran partido. Al termino del mismo, en rueda de prensa, cuando le preguntaron si se sentía presionado por Unai y por Braulio, el portugués afirmaba que solo se siente presionado por sí mismo.
Esperemos que esa presión de que habla sea una presión positiva que le ayude a sentirse dentro del grupo y le haga ser un jugador mucho más regular. El Valencia necesita de todos sus efectivos a un altísimo nivel, si quiere hacer algo importante ésta temporada; y Manuel no es una excepción. Sus cualidades pueden aportar una dosis de calidad y fuerza al centro del campo que puede ayudar al equipo a ganar más de un partido, pero para ello hace falta ser más regular.
Ahora falta que Manuel crea en sí mismo y acepte el reto de ser un jugador importante. En sus botas está la posibilidad de hacerlo y en la forma de actuar de su representante también, el mercado invernal está a la vuelta de la esquina y todos sabemos que si Manuel no rinde al nivel exigido tiene las puertas abiertas para cambiar de aires. Esperemos que eso no suceda, será la mejor noticia para el Valencianismo.
Fernandes sabe que si juega es por las ausencias de otros no por sus méritos. Eso es obvio y así es imposible que alguien pueda sentirse cómodo.
ResponderEliminarEl problema de Fernándes es que tuvieron que fichar a Topal y a Tino Costa porque no ha rendido al nivel esperado en ninguna de las dos posiciones y ahora se queja de que está por detrás. Oportunidades las tuvo, pero siempre tuvo la cabeza en otra parte. Esta parece ser su última oportunidad, ojala la aproveche porque es un pedazo de jugador y es una pena lo poco que rinde.
ResponderEliminarSi juega de aquí a enero como ayer, no creo que nadie se atreva a venderlo, así que en sus botas está
@Juan Al
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
@VyC
"creo que nadie se atreva a venderlo". Ejem... hay un tal Manolo alias 'el amortizador' que tiene la mano floja para colocar el cartel de transferible a la más mínima oportunidad de sacar tajada monetaria.
Respecto a Fernandes, es un jugador de corte diferente al resto, es un todocampista, capaz de defender, de recorrido y con llegada, cuyo principal problema reside en su cabezota y en su estado de ánimo. Puede ser tan bueno como irregular e inestable, me da la sensación que, tras la llegada de Topal y T. Costa (más el titularísimo Banega), el luso seguirá sin tener protagonismo en el Valencia.
Mario, cuando digo nadie, me refiero del cuerpo técnico. Lo de Manolo es otra cosa, eso poco tiene que ver con el rendimiento, es puro money, money y no me refería a él, claro está
ResponderEliminar@VyC
ResponderEliminarPaco, me lo imaginaba. Pero que rinda Manuel sube su caché y crecerá esa supuesta lista de equipos interesados en ficharlo, y dado el caso, Llorente sacará la máquina de hacer dinero sin pestañear.