VCF 1 Racing 0. Maduro rompió el maleficio

Seis temporadas han tenido que pasar para que Mestalla viese ganar a su equipo en liga ante el Racing. Y no es que el Valencia desplegase un juego para deslumbrar, más bien todo lo contrario, pero los tres puntos se quedaron en casa y a falta de buen juego...

El Valencia de esta temporada comete los mismos errores defensivos que en las dos anteriores campañas. No importa que cambien los personajes protagonistas, la película es la misma. Da igual que sea Maduro, Alexis, Miguel, Dealbert... quien actue atras, les ganan la espalda con una facilidad asombrosa, algo que hace sospechar que el mal no está en los hombres sino en la manera de defender.

Lo de Miguel clama al cielo. La irregularidad del portugués es tan evidente que en un día malo -de los muchos que tiene- un juvenil le ganaría la espalda treinta veces en media parte. Pero no es culpa de Miguel, es culpa de quienes, año tras año, son incapaces de darle una salida y traer a alguien que rinda cada domingo.

El Racing, un modesto con la calidad justita y con un atacante de 35 años (Munitis) dejó a las claras que las vergüenzas valencianistas están muy a la superficie y que basta rascar un poquito para sacarlas a la superficie. Solo queda seguir encomendándose a las manos milagrosas de Cesar, un tipo que a este paso acabará siendo aclamado como presidente.

El centro del campo con Banega en acción tuvo menos problemas. Ever impone el ritmo de juego y cuando tiene su tarde, cada vez con mayor frecuencia, el equipo adquiere personalidad propia. Su visión de juego y la precisión de sus pases habilitan continuamente a los extremos. Ayer, Joaquín disfruto de lo lindo marchándose como y cuando quería de sus rivales.

Pero Ever se retiró del terreno de juego con un esguince que le impedirá estar en champions ante el Bursaspor. La salida de Tino Costa fue decepcionante, coincidió con los peores minutos del Valencia, momentos en los que los cántabros tuvieron varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Pero el fútbol no conoce de justicia y por eso, en el descuento de la primera mitad, de un magnífico testarazo, Edwinges Maduro, que con su reciente internacionalidad parece cobrar nuevos brios, rompió el empate y el maleficio que impedía a los valencianista derrotar a los verdinegros desde hacía un lustro.

Con el marcador a favor el Valencia es otro. La debilidad del rival salió a flote y la mayor calidad ché se impuso. Al final pudo quedar la sensación de que la victoria era justa, pero que nadie se equivoque, a pesar de haber sumado seis de seis, este equipo sufre de problemas crónicos.