Valencia CF 0-0 Villarreal. Solo faltó el gol

La falta de puntería del Valencia dejó vivo al Villarreal

Como en el Madrigal hace unas semanas, con tres centrales y un solo punta. Así se plantó el Valencia sobre el césped de Mestalla, sin importarle lo más mínimo las críticas, saltaron al campo a intentar evitar que el balón llegase a los pies de Cazorla, Nilmar y Rossi.

Conseguido lo primero, lo segundo era ganar la batalla del centro del campo, le pese a quien le pese, con Albelda el centro del campo tuvo una consitencia de la que adoleció en partidos anteriores. La creación quedaba a cargo de Maduro, que conforme avanzaba la noche se fue creciendo y llegó a cuajar un encuentro de gran nivel. Las ayudas de Mata a los dos pivotes resultaron fundamentales para terminar de desarmar al centro del campo de un equipo que hoy, más que nunca, se asemejó más a la muralla china que al submarino amarillo.

La disposición táctica con Aduriz solo en punta nos trasladaba a partidos anteriores en los que habíamos visto al Valencia recular, sufrir lo indecible y sin capacidad de trenzar una jugada de ataque. Nada más léjos de la realidad, las llegadas por banda se multiplicaron, el equipo fue un auténtico vendaval y de no ser por la alarmante falta de acierto de los blanquinegros, el Villarreal hubiese salido de Mestalla con el saco de Papa Noel cargado de goles.

El empate a cero final no hace justicia alguna a lo que vimos sobre el tapiz, la superioridad valencianista fue tal que los "groguets" apenas llegaron a la puerta de Guaita . En una de ellas, el joven portero volvió a demostrar, en un uno contra uno, que está preparado para coger los galones de portero titular. Sin duda es una de las mejores noticias de la temporada.

La mitad de la eliminatoria se ha consumido y a los puntos el Valencia ha sido muy superior a los de Garrido, de eso no hay duda, pero esto es el torneo del K.O. y aquí solo vale la victoria. El partido del Madrigal puede convertirse en una auténtica prueba de fuego, una nueva reválida para un euipo que nos está acostumbrando a dar la cara ante los equipos de enjundia, en los que cuaja grandes partidos (aunque no gane) y a las grandes pifias ante equipos de inferior nivel.

Este Valencia no se pareció en nada al de Anoeta y mucho menos al que acabó pidiendo la hora ante Osasuna. Este Valencia tenía los rasgos del que tuvo al Barça, Real Madrid y Manchester contra las cuerdas, algo que debería hacer reflexionar al cuerpo técnico. Curiosamente en ninguno de estos encuentros, al igual que ante el Villarreal, se consiguió la victoria, pero las sensaciones fueron mucho mejores que ante rivales menores.

El problema está localizado, el equipo le pone más testiculina cuanto mayor es el envite que tiene por delante. Ahora falta corregir esta tendencia a la relajación y al desconcierto que con tanta frecuencia se apodera de ellos y conseguir que la intensidad que el equipo ha demostrado ante el Villarreal sea la constante en todos los encuentros. Ahí es donde dudo del equipo y de los jugadores, ese es el verdadero problema a corregir.

Unai prometió un equipo con vocación ofensiva y con personalidad y a fe que lo vimos. Curiosamente atacó más que nunca cuando más defensas puso sobre el césped. Lo que me gustaría ver es esa personalidad y esa vocación ofensiva convertida en norma, en santo y seña del equipo, en ADN del club. Camino queda por recorrer, que saben hacerlo lo sabíamos y por eso nos enfadamos tanto cuando no lo hacen. Pero falta regularidad y contundencia, algo que esperemos llegue con el nuevo año.