Hoy a las 18:00 horas , el Madrigal acogerá el partido de vuelta de los octavos de final que enfrenta al Villarreal CF y al Valencia CF. Recién iniciado el año, ésta será la tercera oportunidad en la que ambos equipos se enfrenten en la presente campaña. En las dos anteriores, sendos empates.El primero en el Madrigal, encuentro de liga, finalizó con empate a un gol y la sensación de que los amarillos eran muy superiores al Valencia.
El segundo enfrentamiento, en Mestalla, terminó como empezó, sin goles, pero con Valencia que arrolló a un submarino al que solo San Pascual bailón salvó de la derrota. Era la ida de la copa.
Hoy, como en la ida, el Valencia acumula muchas bajas, tantas que Unai no tendrá demasiadas dificultades para conformar el once inicial, jugarán los que están. Moyá, César, Navarro, chori Domínguez, Aduriz (sancionado), Tino Costa y David Albelda no están a disposición del entrenador.
El empate a cero de la ida obliga a los de Garrido a marcar si no quieren llegar a la prórroga, en cualquier caso, un gol del Valencia obligaría a los amarillos a marcar dos. Al Valencia le vale cualquier empate que no sea a cero goles; quizás es esa la esperanza que conserva el valencianismo que, desde hace tres años, no ha visto ganar a su equipo a ninguno de los equipos de gran presupuesto de la liga española.
Las armas de Garrido están claras, su equipo siempre juega a lo mismo, su capacidad de sorpresa se basa en el toque y la velocidad de desplazamiento de balón. Los amarillos acostumbran a tener mucha posesión en su estadio y a cerrarse bien, con ayudas defensivas continuas, cuando el rival posee el esférico.
La capacidad de sorpresa del Valencia tiene un origen bien distinto. La acusada falta de un organizador hace que el equipo varíe de estilo en función del rival, del estadio a visitar, de las bajas o del capricho del entrenador.
En ocasiones hemos visto a un Valencia que asfixia al rival y ejecuta un gran despliegue defensivo en el centro del campo para robar y montar rápidas contras, es el caso de los partidos del Nou Camp y Bernabeu; en otras ocasiones, como en Old Trafford, el equipo se mostró dominador, jugando al toque, aguantando la posesión y moviendo al equipo con desplazamientos cortos de balón; sin embargo, esta tarde-noche podremos ver algo muy distinto; mucha presión pero poca posesión y velocidad en las bandas puede ser el arma que utilice Unai para intentar desarbolar al equipo de Garrido.
Los cambios de sistema y la imposibilidad de ver dos veces el mismo once sobre el terreno de juego son dos de las características que mejor definen a un equipo que sigue teniendo problemas en defensa pero que, esta temporada, está aprovechando a la perfección las jugadas de estrartégia y que en las últimas semanas, caso de Anoéta y el pasado domingo ante el Español, no da por perdido un encuentro hasta el último minuto.
La clave estará en que el Valencia sea capaz de marcar un gol, de ser así, los Guaita, Ricardo Costa y Stankevicius tendrán que multiplicar sus esfuerzos para evitar que el equipo local perfore la portería ché en más de una ocasión.
El Valencia tiene la posibilidad de ir acabando con sus propios fantasmas, ganar en el Madrigal supondría romper una racha negativa de victorias a domicilio ante sus rivales directos, le daría el pase a la siguiente ronda y la posibilidad, nada despreciable, de vengarse de un Sevilla que, no hace tanto tiempo nos eliminó de la copa con la ayuda inestimable de Undiano Mallenco (ver El fuera de juego más claro de la historia).
Hoy es un día ideal para demostrar que este equipo puede que no tenga la calidad de otros pero atesora casta y orgullo suficientes como para derrotar al Villarreal, dempostrar quien manda, futbolísticamente hablando,en tierras valencianas y seguir vivo en una competición en la que hay puestas muchas esperanzas.
Si en la tarde de los reyes magos quieres llevarte un buen pellizco sin arriesgar mucho, el empate a uno parece un valor al alza. Además, Unibet te devuelve el dinero si fallas tu primera apuesta.
Ya veremos si Fernandito Roig "El Superhombre" no nos tiene preparada alguna sorpresa en forma de arbitraje mafioso-choricero (hay que recordar que el submarino payaso es el equipo que más veces juega contra diez. Y espero que Sir Alex Garridson "El Gentleman de los banquillos" se digne darle la mano a Unai al final del partido.
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