Unai, el chori y Valdelinares

Con las ganas que tengo de escribir sobre algo positivo, pero no hay manera. Tras el empate a uno en Mestalla, ante el Sporting, lo más normal en un club que aspira a terminar tercero de la "mejor liga del mundo" es que se escuchen voces de autocrítica, y una mayor autoexigencia.

Pero como pudimos ver en la posterior rueda de prensa, en el VCF sucede todo lo contrario, se sacan a relucir los números, se piropea a los jugadores y nos toman por tontos. Como si no viesemos lo que ocurre sobre el césped.

No conforme con eso, como castigo por el horrible partido que nos ofrecieron, Unai premia a los suyos con un viaje a Valdelinares, a practicar multiaventura, cuando deberían estar practicando día y noche la forma de cerrar los espacios defensivos y como dar un pase al pie a más de tres metros de distancia. Aunque bien mirado, y dado que siempre andan  jugando con fuego, igual hasta les viene bien  jugar con la nieve.

Así pues, que a nadie le extrañe que gente como el chori se enfaden al ser sustituidos tras una actuación más que discreta. El argentino recibe mensajes contradictorios. Durante la semana todo son juegos, aventuras, risas y buenas palabras; Durante el partido todo son broncas y al finalizar el mismo, en rueda de prensa, el entrenador de nuevo vuelve a las buenas palabras y a la defensa a ultranza del trabajo que los suyos hacen durante los partidos. Entonces, ¿a qué viene la bronca?, debe estar preguntándose el chori.

Y es que Unai no solo tiene confundida y enfadada a la afición, tampoco los jugadores logran entender nada. Con Unai solo hay una cosa clara, que el próximo domingo, ante el Athletic, presentará una alineación distinta, será la septuagésima segunda ocasión, de forma consecutiva,  sin repetir once titular. Para que luego digan que  no tiene las cosas claras