Si os dijera que me apetece hablar del affaire de Vicente Rodriguez os estaría mintiendo. Lo que ocurrió la madrugada del pasado viernes a la salida de una discoteca es algo que me preocupa más bien poco. Lamento que los chavales recibiesen la brutal agresión que les llevó a ser atendidos por el servicio de urgencias, pero no seré yo quien juzgue lo que allí ocurrió porque carezco de elementos de juicio.
Sin embargo, hay algo que es evidente, Vicente se saltó el Reglamento de Régimen Interno del club, los hechos se dieron a las 4:30 horas de la madrugada y el club solo les permite salir hasta las 3.00 horas. Es esto lo que el club debe sancionar como corresponde.
Se habla de una multa. Lógico. ¿Para qué apartarle del equipo si a las dos semanas vuelve a ser readmitido?.
Ese es el gran problema de este equipo. Desde hace años no existe una coherencia entre las salidas de tono de los jugadores y las sanciones que se les aplican. Ya nadie respeta al entrenador, tampoco a Llorente. Una multa de 6.000 euros no les hace ni cosquillas. Apartarles del grupo menos aún, los jugadores saben que el entrenador cederá a la presión de los representantes y de los propios compañeros de vestuario. Como mucho se marcharán cedidos y el Valencia seguirá pagándoles gran parte de sus fichas. Con este entrenador ya no hay vuelta atrás, el vestuario le perdió el respeto a los 30 segundos de conocerle y no le respetarán jamás.
En la mano de Llorente está cortar de raíz los continuos desmanes de una plantilla que está dejando el nombre de la entidad a la altura del betún. Claro que los jugadores apoyan al entrenador, con Unai cada uno vive a su antojo. Cualquiera se arriesga a que su sustituto llegue con mano de hierro.
El affaire Vicente debe servir para marcar un punto de inflexión. No se pueden permitir más situacones de este tipo.
Llorente sabe que no puede renovar al entrenador, pero eso no basta. Hay que limpiar el vestuario de gente poco o nada comprometida y traer savia nueva, que ilusione y que se ilusione por jugar en este club. Gente comprometida que ame y respete su profesión, mientras no se renueve el vestuario los desmanes se repetirán una y otra vez.
La puerta está abierta para Vicente, que no renovará. Pero también lo está para Miguel, para Fernandes, para el chori y para Banega. No son los únicos que salen hasta el amanecer, pero son los que por una razón u otra han sido cazados públicamente. Una limpieza ejemplar debería servir de advertencia para los que queden y los que lleguen. El Valencia no puede permitirse un desgaste de imagen de este calibre. Veremos si Llorente es capaz de aplicarle la medicina correcta al enfermo.
Me parece que deberia renvoar, perov el decide.Salduso!
ResponderEliminarPD. Ya esta la porra en mi blog!
http://elblogdebruno1.blogspot.com
Soy partidario de la limpieza, pero si solo castigamos a los que pillan mal. Y si son todos los que la lían no podremos tirarlos a todos. Yo empezaría por este y por Albelda (aunque no lo hayan pillado en nada este año) luego sin duda Miguel y ya si a acaso me plantearía lo de Chori y Banega. Este último creo que hay que atarlo en corto y sacarle más rendimiento del que esta dando
ResponderEliminarTodos los años se habla de pasar la podadera pero nunca se pasa con quien se debe pasar
ResponderEliminarPues que quereis que os diga, que estoy de acuerdo en que hace falta una limpieza de vestuario y que tambien lo estoy en que ésta no se hace nunca como es debido. Por desgracia se firman y se venden jugadores con un criterio que poco tiene que ver con la competitividad y el hambre de triunfos del grupo. Pero es lo que hay. Ojala fueese distinto.
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