La jornada nos ha dejado una nueva derrota del Valencia, y ya van tres consecutivas. Parece que el tiempo de las victorias sin juego ha dado paso a las derrotas sin juego. Si, ya sé que muchos de vosotros estareis pensando que ante el Sevilla se crearon muchas ocasiones de gol, no lo dudo, pero se concedieron demasiadas.
Cuando todo se confía al azar el riesgo es evidente. Los correcalles no son propios de un equipo que aspira a ser el tercero de la liga BBVA y lo de ayer ante el Sevilla debería hacer reflexionar a más de uno. Ya sé que si se hubiese acertado en ataque podrían haber marcado cuatro o cinco goles y hoy estaríamos hablando de otra cosa. Pero del mismo modo, si el Sevilla hubiese acertado las suyas estaríamos hablando de debacle.
Con esto quiero decir que el equipo sigue sin funcionar atrás (excepción hecha de Guaita, otra vez excepcional), y sigue sin funcionar en el centro del campo. Ayer Tino Costa no fue el de otras ocasiones y fue Joaquín quien se inventó incursiones por su cuenta para, una y otra vez, desbordar a la triste defensa de Nervión.
La sensación que da el equipo es de no haber regresado de Alemania. El partido ante el Schalke marcó un punto de inflexión en el camino. Es cierto que no se estaba jugando a nada del otro mundo, pero el equipo tenía minutos en los que mostraba actitud, de ahí que se remontasen algunos partidos que habían comenzado con resultado adverso. Pero ahora parece que ni siquiera la actitud les queda. Tal vez me equivoque, pero yo veo a un equipo que está deseando que esto termine. Se han quedado sin objetivos, parece que la clasificación directa para la champions no es suficentemente atractiva como para que realicen un esfuerzo final. Ser cuartos no garantiza la champions. Que se lo digan al Sevilla.
El equipo está desmotivado, la afición desilusionada, pero el presidente y el cuerpo técnico siguen satisfechos con la temporada y siguen rebajando el nivel de exigencia. Puede que tengan razón en una cosa, el equipo no da para más, pero si es así habrá que pedir explicaciones a los que han construído un equipo en el que la mitad de la plantilla no cuenta para el entrenador y de la mitad restante se pueden contar con los dedos de una mano los que dan el nivel exigido para un club con la historia del Valencia.
Nueve partidos, eso es lo que queda. Convendría que se hiciese un esfuerzo, de todas las partes, por no ensuciar el año con derrotas patéticas y con falta de implicación. Toca visitar al Getafe y de inmediato recibimos al Villarreal. No quiero imaginar que puede suceder si el equipo groguet vuelve a convertirse en el verdugo del Valencia. La grada está desilusionada y pase lo que pase no recobrará la ilusión. Ahora se trata de no despertar su ira. Hay que terminar en el tercer puesto, lo contrario será un fracaso, lo pinten como lo pinten.
El Valencia debe de espabilar ya, importante acabar 3º... AMUNT VALENCIA!!
ResponderEliminarSaludos.
En mi blog coincido casi al completo en tu análisis. Hay que intentar no acabar pateticamente la temporada y los jugadores deben seguir mostrando buena actitud. Ayer creo que lo hicieron, pero salieron los mismos defectos. Opino tambien que los partidos hay que controlarlos mas para que no sean de ida y vuelta
ResponderEliminarEl ambiente cada vez está más enrarecido. Si pierden en casa ante el Villarreal, podemos asistir a un final de temporada movidito.
ResponderEliminar