Osasuna - Valencia CF. A resarcirse en Pamplona

El Reyno de Navarra ha colgado el cartel de "No hay billetes". La directiva del equipo rojillo ha conseguido su objetivo, la campaña de precios asequibles -entre cinco y diez euros para los socios- ha dado sus frutos.  Contra el Valencia el estadio navarro será una olla a presión.

Los de Mendilibar quieren salir de los puestos de descenso y para ello no han dudado en reclamar el apoyo de su afición. 20.000 almas rojillas darán aliento a su equipo, los de Unai deberán salir con los cinco sentidos puestos en lo que sobre el césped suceda, desde el minuto uno. Salir dormidos no es una posibilidad en estos momentos, tras el desastre de la semana pasada, a los de Unai se les exigirá que salgan a darlo todo. La imagen del club ha quedado más que dañada, otro golpe podría traer consecuencias de envergadura para más de un miembro de la plantilla.

Unai piensa en reestructurar la defensa. El regreso de Dealbert  y la titularidad de Jordi Alba pueden ser las novedades atrás; en el centro del campo, David Albelda puede tener su oportunidad, mientras que Joaquín y Jonas parece que también estarán en el once inicial. Por supuesto, tratándose de Unai, todo esto es especular. De sobra conocida es la afición del entrenador ché, disfruta viendo como nadie acierta el once inicial.

Chori Dominguez, que venía arrastrando unas molestias musculares, ya está a disposición del entrenador; otra cosa muy distinta será que Unai lo utilice. Mucho me temo que el argentino, al igual que David Navarro verán lo que resta de temporada desde la grada.

El Valencia es el único equipo de la liga que ha sumado más puntos a domicilio (32) que en su estadio (31), de ello se deduce que el equipo che se halla más cómodo jugando a la contra, cuando no tiene la responsabilidad de la creación. Quizá por eso, mañana Banega verá el partido desde el banquillo y será Albelda, junto a Topal, el encargado de darle caracter y fuerza al centro del campo.

Pese a que Osasuna ocupa puestos de descenso, los de Emery deberán emplearse a fondo. Relajarse ante los de Mendilibar puede costarles muy caro, no hay más que recordar lo que en la primera vuelta sucedió en Mestalla, donde el Valencia solo fue capaz de retener un punto en un encuentro que finalizó con empate a tres.

Restituir la imagen del club después de la debacle sufrida ante el Madrid no será posible. Sin embargo, el aficionado espera que los de Unai sean capaces de lograr dos victorias seguidas y así dar por concluida una temporada que se está haciendo demsiado larga. El Reyno de Navarra será una olla a presión, pero no puede convertirse en un nuevo infierno.