
Con el ánimo por los suelos, el equipo cumplió el expediente, se mantuvo sobre el cesped y dejó que corriese el reloj. Unai probó a Maduro de central pero el test no sirvió de nada. El equipo no estaba para darle al balón y la suspensión del mismo hubiese sido la decisión más acertada.
Una vez concluida la pretemporada es tiempo de sacar conclusiones. La pretemporada ha servido para ver las dos caras de éste Valencia. Como en cada temporada desde que Unai aterrizó por el Cap i casal, el equipo ha mostrado la cara ofensiva con un aluvión de oportunidades y en otras ocasiones la cara negra, sin organización en el centro del campo, sin capacidad para sacar el balón desde atrás, con sensación de atasco y lo que es peor, mostrando muchas carencias en el sistema defensivo. El Almería se llevo el partido en la tanda de penaltis, tanda en la que los valencianistas siguieron mostrando que su cabeza estaba en otro lugar. Partido anecdótico y que sobraba en el calendario estival.
Precisamente en la línea defensiva se espera una última incorporación. Unai suspira por un central y Llorente puede traerle un lateral. Ambos son necesarios. Viendo las cifras que se manejan (entre 6 y 8 millones para un jugador), cabe plantearse si el Valencia no ha perdido la oportunidad de fichar a dos jugadores de futuro a un precio razonable. Me estoy refieriendo a Kiko Femenía. lateral derecho que ha recalado en las filas del FC Barcelona por 3 millones de euros; y Marc Bartra, central que milita en el Barça y que actualmente disputa el mundial sub20 con la selección española.
Dos jugadores que en poco tiempo están llamados a ser muy importantes en nuestra liga y que Braulio ha preferido no firmar. Hoy todo lo que hay en el mercado rebasa los 6 millones de euros y las dificultades económicas del club pueden provocar que el equipo arranque la liga con una plantilla desequilibrada, con muchos mediapuntas y una defensa que genera muchas dudas.
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