El Valencia obtuvo una nueva victoria, esta vez ante el Hamburgo. Mata y el canterano Bernat fueron los autores de los tantos valencianistas, los alemanes lograron el gol del honor en el último minuto del encuentro. La nota destacada volvió a ser la actuación de Bernat. Sin duda el chaval está aprovechando al máximo las oportunidades que Unai le da. Otra cosa será que al final de la pretemporada se quede en el primer equipo y que se cuente con él. Si hacemos caso a los precedentes, Bernat lo tiene en chino.
En cuanto al juego che nada que no hayamos visto en anteriores actuaciones. Del centro del campo hacia adelante el Valencia dispone de calidad en sus jugadores y multiples recursos que le gran dan variedad de posibilidades y facilidad para el desborde de las defensas rivales. Los goles siguen repartiéndose, algo lógico en un equipo que tiene más mediopuntas que delanteros natos.
No termino de ver a Parejo en la posición de mediocentro. A día de hoy, con Banega mentalmente fuera del club, no veo ni en Tino Costa ni en Parejo el jugador que tome las riendas del equipo y reparta juego durante los noventa minutos. Ambos jugadores tienen calidad pero su posición natural está unos metros por delante del mediocentro. Este sigue siendo uno de los puntos débiles del equipo. Si Unai quiere que el VCF juegue al toque tendrá que trabajar intensamente en dicha posición.
Pero los auténticos puntos débiles del equipo siguen siendo los de siempre; el lateral derecho, condenados a las limitaciones de Bruno y a los caprichos de Miguel Brito. El caso del central izquierdo es más sangrante aún si cabe. Ricardo Costa concede ventajas constantes al rival, mientras que Dealbert tiene serios problemas para rendir a un alto nivel en dicha posición. A día de hoy, el centro de la defensa che solo tiene a Rami como jugador de ciertas garantías y digo ciertas garantías porque aún es pronto para determinar cual será su adaptación al equipo.
En consecuencia y tras las innumerables entradas y salidas de jugadores, el equipo sigue teniendo las mismas virtudes y los mismos defectos que han caracterizado al equipo desde que Unai llegase hace ya cuatro temporadas. En ataque muy bien pero en defensa un desastre. Tal vez no sea cuestión de nombres sino de la forma en que defiende el equipo, y digo el equipo, no los defensas. Para pensárselo.
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