El caso Jordi Alba se alarga, como en su día se alargo el caso Mata y, o mucho cambian las cosas o todo apunta a que el futuro del lateral izquierdo del Valencia tiene su futuro lejos de Mestalla.
Pese a que Llorente anunció, tras el acuerdo con Bankia, que en el futuro el club ya no tendría necesidad de desprenderse de sus mejores jugadores, a la afición no acaba de convencerle del todo dicho mensaje y, la verdad sea dicha, buena parte de la afición no cree que se esté trabajando para tener un gran equipo en un futuro inmediato.
Jordi Alba es el último joven valor del Valencia que ha vestido la camiseta de la selección nacional y su progresión, desde hace mucho tiempo, viene siendo ascendente.
Jordi puede convertirse, si no lo es ya, en uno de los mejores jugadores de banda de nuestro país y su venta supondría una perdida doble; por un lado una pérdida deportiva, ya que suplirle supondría trabajar de nuevo en la búsqueda de un jugador de sus características y su calidad; por otra parte supondría seguir transmitiendo el mensaje de club vendedor (por necesidad) que tan poco bien le hace al Valencia Cf.
Si es cierto que el club atraviesa una situación económica más desahogada y que vender a Jordi no resulta imprescindible, la obligación de Llorente es pelear para que se quede, para que asuma un rol importante y para que sea uno de los abanderados del Valencia que pisará el Nuevo Mestalla.
El Valencia atraviesa una crisis de identidad alarmante y Jordi es uno de los pocos componentes de la actual plantilla que puede darle parte de esa identidad perdida al club, además es uno de los pocos jugadores con los que la afición se siente identificada. Con la mayoría de sus compañeros existe un distanciamiento apreciable que hace que el aficionado valencianista haya perdido la pasión que años atrás sentía por sus jugadores, aunque ello no significa que la hayan perdido por los colores.
Los rumores apuntan, desde hace tiempo, que el futuro de Jordi Alba pasa por el Nou Camp, pero lo cierto es que el Fc Barcelona, por el momento, no ha hecho ningún movimiento al respecto. Jordi termina contrato en 2013, por lo que su ampliación de contrato no puede alargarse más. Llorente ha de renovar al jugador independientemente de cual sea su futuro, si decide quedarse la ampliación servirá precisamente para ello y si la decisión pasa por un traspaso, habrá que renovarle para que el precio del mismo sea más elevado.
Conociendo la forma de actuar de Manuel Llorente yo no pondría la mano en el fuego por la continuidad de Jordi. A día de hoy no hay señales del esperado cambio en la política de fichajes y renovaciones y todo parece indicar que continuarán vendiendo patrimonio futbolístico y fichando jugadores que finalizan contrato.
Renovar a Jordi Alba se hace tan necesario como darle pasaporte a Miguel, Dealbert, Barragán, Parejo, etc. , todos ellos jugadores que, por una u otra razón, no pueden ni deben estar en el Valencia del futuro. Hace falta reunir un grupo de jugadores con un nivel futbolístico y de compromiso mucho mayor que el que a día de hoy demuestran muchos de los actuales jugadores del club. Pero precisamente Jordi no es quien debe abandonar el club.
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