La Generalitat ha pagado a Bankia los 4,8 millones de euros
correspondientes a los intereses pendientes de la deuda de 89 millones que la
Fundación del Valencia CF mantiene con la entidad financiera por
el préstamo que en su día se les concedió para la compra de la
mayoría accionarial del club.
Tras la dimisión de Társilo Piles, la
Fundación pasó a manos de la Generalitat que, a pesar de que el Conseller
Ciscar manifestó que no intervendrían en la gestión del club, ya se
han puesto manos a la obra y están buscando un comprador para el club valencianista.
Mateo Castellá, Director General de Deportes,
asumió el pasado viernes la responsabilidad dejada por Társilo Piles y desde
entonces el control de la Generalitat sobre la Fundación es absoluto. Decir
esto es lo mismo que decir que la Generalitat tiene el control total del
Valencia Club de Fútbol, y es así porque , como es sabido, es la propia
Fundación quien possee la mayoría accionarial del club.
Es decir, la Generalitat,
a través del Consell, y abonando únicamente 4,8 millones de
euros, sin ni siquiera comprar las acciones del club, se ha hecho con el mando
del mismo. Lo que a partir de ahora ocurra con la entidad valencianista
está única y exclusivamente en manos de los políticos de la
Generalitat, algo que, vista la forma en la que se ha gestionado la propia
Generalitat, inspira muy poca confianza.
¿Cual es el riesgo para el valencianismo?
Hasta ahora el Valencia estaba en manos de
Bankia, que tiene en Manuel Llorente al encargado de gestionar el club,
pagar los intereses que la deuda del Valencia genera con
la propia entidad y la búsqueda de una venta de las parcelas del
viejo estadio que permita saldar dicha deuda con la entidad.
Ahora el escenario cambia. La Generalitat ha
utilizado casi cinco millones de euros de todos los valencianos para pagar los
intereses de la deuda que la Fundación tiene con Bankia. Ello supone que, el
club queda en sus manos y estos lo entregarán a aquel que se haga cargo de la
mayoría de accionarial del Valencia CF, es decir, ni siquiera deberían aportar
los 82 millones de la deuda sino unos 62 millones que corresponderían a algo
más de la mitad de la totalidad de las acciones del club.
Si antes el VCF buscaba una solución global
que permitiese la venta de las parcelas y la continuación de las obras del
nuevo estadio, es decir, una solución en torno a los 240 millones de euros,
ahora bastarían unos 60 millones para entregar el club.
O, es que acaso ¿alguien cree que si llega
una oferta por la mayoría accionarial el Consell (la Generalitat) podría
negarse a vender?.
El tema es grave por varias razones:
- En primer lugar porque se ha utilizado
dinero público para pagar la mala gestión de una entidad privada, algo a lo que
nos tienen acostumbrados últimamente pero que , no por ello, debe dejar de
escandalizarnos.
- En segundo lugar porque la Generalitat no
busca a alguien que se haga cargo de la deuda del club sino que compre las
acciones.
- Tercero porque la opinión pública no
entendería que la Generalitat (a través del Consell) dijese que no a una oferta
porque no garantizase el futuro del club. La Generalitat debe limitarse a
vender las acciones y a cobrarlas, a restituir el dinero público a las arcas de
la propia Generalitat y desvincularse del club en cuanto que surja la primera
oportunidad para ello.
En definitiva, estamos en manos de la
Generalitat que puede hacer lo que desee con el futuro del club. El club está
en venta y no hay garantía de que se pueda escoger a un comprador de fiar.
Amigos, el futuro pinta muy negro para el
club. La Generalitat lo venderá al primer postor, que no al mejor y con los tiempos que corren, mucho me temo que pueda caer en las peores manos.
Coño, que miedito. Espero que no pase lo peor. La verdad es que no se que impedimento puede haber para que lo compre un millonetis y nos haga un club apañao en un par de añitos
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