El Conseller Ciscar está que da saltos de alegría. Según sus manifestaciones, con la anulación del aval que en su día firmó la Generalitat con la Fundación del Valencia CF para compra de las acciones del club, la Generalitat queda liberada del pago de cualquier cantidad por dicho concepto. Es más, afirma Ciscar que están estudiando los medios para recuperar los 4,2 millones de euros que abonaron por los intereses correspondientes al último vencimiento del mismo.
El Valencia CF evita entrar en la cuestión y Manuel Llorente afirma que el VCF es sujeto pasivo en este asunto y que ni recurrirán ante los tribunales, ni opinan sobre la sentencia.
Con este panorama no es dificil de adivinar que queda todo entre la Fundación y Bankia. A este respecto, Bankia se siente engañada y ya han anunciado que recurrirán. No es de extrañar que sea así, son conscientes de que la Fundación no tiene recursos ni patrimonio para hacer frente ni a los intereses que vencen el próximo mes de agosto, ni mucho menos al capital del préstamo que asciende a 82 millones de euros.
Al mismo tiempo Ciscar anuncia que la hoja de ruta trazada por la Generalitat para la venta del club queda anulada, pero que la Generalitat no abandonará en ningún momento al Valencia CF. Según el propio conseller, los compradores hacen cola, pero si no se ha vendido el club es porque la Generalitat no es quien para efectuar la venta, una venta de acciones que le corresponde realizar al patronato de la Fundación.
Y ¿quién conforma el patronato?, muy sencillo, los miembros designados por la Generalitat. Osea que el señor Ciscar puede darle las vueltas que quiera al tema, todos sabemos que es la propia Generalitat quien sigue pinchando y cortando el bacalao y quien lo seguirá haciendo hasta el día que, en agosto, la Fundación no cumpla con el siguiente plazo de casi 5 millones de euros.
Así pues, la Generalitat se aparta y elude cualquier responsabilidad sobre la situación del club. Se les ha olvidado que fueron ellos quienes colocaron a Juan Soler en la presidencia del club, que fueron ellos quienes incitaron a que el club realizase una ampliación de capital, quienes apoyaron la construcción del nuevo Mestalla, quienes negociaron la edificabilidad del viejo Mestalla y quienes reconvirtieron los terrenos de Porxinos. Se les olvida que ellos mismos avalaron a la Fundación la compra de acciones por un valor de 82 millones de euros en una operación de altisimo riesgo, porque eran plenamente conscientes de que la Fundación no tenía ni la más mínima posibilidad de hacer frente a dichas cantidades. Se le olvida al señor Ciscar que sacaron dinero de las arcas públicas para pagar los intereses de dicha deuda... se le olvidan tantas cosas que decir ahora que la Generalitat queda liberada de cualquier responsabilidad suena, cuanto menos, a burla hacia la afición valencianista y hacia la entidad.
Pero dado que es tiempo de fallas y no somos los aficionados quienes debemos quemarnos sino las propias fallas, simplemente terminaré diciendo que, por muchas vueltas que le doy al viejo Mestalla no veo las colas de compradores que el señor Ciscar menciona. Puede que me equivoque y la estén haciendo frente a su despacho, pero ese es un lugar al que a los ciudadanos de a pie no nos permiten acceder así como así. Y es que es tan malo confundir con público con lo propio...
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