Valencia y Málaga se verán las caras en Mestalla |
El
Valencia CF afronta esta noche el partido más importante de la temporada y
puede que el más importante de los últimos años. Si los de Valverde consiguen
doblegar al Málaga seguirán con sus
esperanzas intactas y entonces diremos que el de la semana que viene, ante la
Real Sociedad, en Anoeta, es el más importante; si el Valencia no gana y la
Real consigue los tres puntos en Pamplona, el futuro che puede tornarse muy
negro.
El club
es un polvorín, la situación social a la que se ha llegado no contribuye en
absoluto a que el equipo consiga la concentración necesaria para afrontar el
final de temporada con las garantías necesarias, sin embargo, la obligación de
los jugadores pasa por darlo todo en el campo y aislarse de las noticias que
llegan desde los despachos. El futuro económico se dirime también sobre el
césped.
Se habla
mucho de la necesidad de entrar en champions para conseguir los 20 millones que
asegura la competición, pero es mucho más lo que hay en juego. De no entrar en
champions, las posibilidades de que algunos jugadores salgan en desbandada
aumentan de forma considerable, y las de que los supuestos inversores lleguen,
disminuyen de forma proporcional.
El
Valencia, empatado a puntos con los de Pellegrini tiene el golaverage en
contra, en la ida cayó 4-0, por lo que un hipotético empate a puntos al final
de la temporada les dejaría fuera de la cuarta posición. Lo mismo sucede con la
Real Sociedad, ya que en la primera vuelta el equipo che cayó (2-5) en un
encuentro de triste recuerdo para el valencianismo. Así pues, no caben medias
tintas, hay que conseguir los próximos seis puntos en juego para seguir con
vida.
Para
lograr el objetivo, Ernesto Valverde ha trabajado durante la semana en dos
aspectos emocionales importantes, conseguir aislar a la plantilla de lo que sucede
fuera del vestuario y motivarles del mismo modo que se hace horas antes de
jugar una final. No obstante, a pesar de los esfuerzos del entrenador, los
jugadores han mostrado signos evidentes de desconcierto en sus distintas
declaraciones públicas, por lo que adivinar la cara que el equipo mostrará esta
noche en Mestalla es toda una incógnita.
El rival
llega a Valencia con una extraña sensación de seguridad. Los de Pellegrini
vienen de caer, de forma dolorosa en champions, encajando dos goles en el descuento,
pero con la satisfacción de quien nunca había llegado tan lejos en la máxima
competición.
Igualados a puntos con el Valencia y confiando en que la UEFA les
levante la sanción que les impide jugar competiciones continentales la próxima
temporada, y con un presidente que puede salir del club en cualquier momento.
Valencia y Málaga tienen mucho en común, sin embargo, la situación anímica del
cuadro blanquiazul es mejor, quizá porque el peso de la historia se deja sentir
con más fuerza en el valencianismo.
La seguridad defensiva que faltó en Montjuic y la efectividad de los hombres de arriba son los aspectos clave para llevarse el gato al agua. Ambos equipos saben que hasta que el árbitro no pita todo es posible, la locura vivida en Alemania y Montjuc ha de servir de experiencia para ambos. Puede que el de esta noche sea uno de esos partidos no aptos para cardíacos.
El posible once inicial del Valencia será el siguiente: Alves en la portería; Joao Pereira, Ramí, Mathieu y Guardado en defensa; Albelda, Banega, Canales y Feghouli en el centro del campo y arriba Jonas en la media punta y Soldado como ariete.
Guaita, Victor Ruíz, Parejo, Viera, Bernat y Valdez completan la convocatoria.
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