Pues bien, nada es como se nos dice, si el Valencia logra hoy conservar la cuarta plaza diremos que lo merecieron por el esprint final realizado, por haber logrado remontar más de diez puntos en contra y por haber creído siempre en la posibilidad de alcanzar la cuarta plaza. Habrá sido el triunfo de Valverde, el triunfo de la fe , el triunfo de la ilusión.
Pero si por algún motivo (que no deseamos) es la Real Sociedad quien acaba ocupando la cuarta posición, serán los donostiarras quienes afirmarán, no sin razón, que su temporada ha sido magnífica y que su clasificación para la máxima competición europea viene avalada por el número de jornadas que han permanecido en la cuarta posición.
Sea como fuere, con mayor o menor justicia, seamos realistas, llegados a este momento, importa poco si el Valencia juega un buen partido o no ante el Sevilla de Emery o si merecen o no la cuarta posición. Hoy hay que ganar, y dejarse de milongas.
El Valencia necesita estar en champions para hacer un proyecto mínimamente viable y eso pasa por conseguir el mismo resultado que la Real en Riazor o uno mejor. No hay más que hablar.
Por eso, hablar de si Valverde renovará o no, de si su actitud de no querer desvelar su futuro ha beneficiado al club o le ha perjudicado, o hablar del futuro de Ramí, de Feghoulí o de quien sea, no tiene sentido.
El Valencia se la juega en Sevilla y hay que ganar allí donde se cosechó aquella liga de tan grato recuerdo. Lo demás son cosas de las que hoy no toca hablar.
El Valencia se la juega en Sevilla y hay que ganar allí donde se cosechó aquella liga de tan grato recuerdo. Lo demás son cosas de las que hoy no toca hablar.
Por eso, dejemos las historias de Salvo o de Andreu a un lado; olvidémonos de los posibles jeques y de los ilusionistas vendedores de humo y compradores de aire y centrémonos por una vez en aquello que importa, que no es otra cosa que apoyar a los nuestros durante noventa minutos, como si fuesen los últimos de la historia del club, para que no lo sean.
Vamos con el equipo, dejemos que la emoción penetre en los poros de cada valencianista y disfrutemos del partido con emoción, como se disfrutan los grandes espectáculos. , porque todos somos lo mismo, todos somos el Valencia CF , todos formamos parte del murciélago y todos, sin excepción , deseamos que la próxima temporada suene el himno de la champions en Mestalla.
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