El Valencia pone plazo al traspaso de Soldado

Después de un pequeño parón  estival estamos aquí de nuevo para comentar las vicisitudes nuestro equipo. Tras tres amistosos en Alemania, en los que el equipo che no ha logrado ni una sola victoria, el técnico serbio del Valencia ha concedido tres días libres a la plantilla, que regresará a los entrenamientos el próximo miércoles para preparar el encuentro del próximo sábado en Mestalla ante el AC Milan.

En este primer stage de pretemporada el VCF ha realizado fundamentalmente trabajo físico, por lo que los resultados negativos en los amistosos no preocupan, sin embargo, la falta de gol del equipo, en ausencia de Roberto Soldado, que aún continua de vacaciones tras haber disputado la Copa Confederaciones, y su posible salida hacia el Premier, han hecho que salten las alarmas en los despachos del club y en la afición valencianistsa, que ve como el hombre más decisivo de la plantilla se puede marchar a pocos días de que comience la competición, dejando al equipo huérfano de gol.

Si hace unos días, con la salida del equipo de Valdez, Amadeo Salvo afirmaba que no se traería un delantero para sustituirle porque se confía plenamente en el rendimiento de Paco Alcacer, la salida de Soldado provocaría un seísmo de gran calado en el club.

Roberto Soldado marca el 40 % de los goles del equipo, es decir, es una pieza de un valor altísimo, no solo económico sino deportivo. Es  este segundo aspecto el más difícil de cubrir. Encontrar un jugador, con un precio asequible que garantice más de 20 goles por temporada y que tenga una ficha asumible por el club, es tarea complicada a la que Braulio le está dedicando mucho tiempo, por si las moscas.

Esa y no otra es a razón por la que el cuerpo técnico del VCF está pensando en la posibilidad de fichar a dos delanteros y no solo a uno, en caso de que Soldado abandone el club. El nombre de Helder Postiga, que pertenece al R. Zaragoza y al que le queda un año de contrato con el club de Agapito, es el que a día de hoy suena con más fuerza. Pero no hay nada decidido, la lista de Braulio guarda otros nombres, algunos tan antiguos para el aficionado valencianista como el de Kevin Gameiro, que en su día se negó a venir a la capital del Turia y que ahora parece tener un acuerdo verbal (como el que tuvo con el VCF) con el Sevilla de Emery y del Nido.

Sea como fuere, y para que el club no se quede sin su killer a pocos días del comienzo de la temporada, el Valencia aceptará la salida de Soldado, siempre y cuando esta se produzca antes del 3 de agosto, por 30 millones de euros (precio que marca su cláusula). Pasado este día, el jugador tendría que abonar personalmente dicha cantidad, más el correspondiente IVA, directamente a la LFP, con lo que se arriesgaría a sufrir una inspección de Hacienda, que conllevaría un aumento considerable de la cantidad a desembolsar,  debido al 54% de fiscalidad que pagan los jugadores. Es por eso que si el Totteham, o incluso el Nápoles de Benitez, quieren hacerse con los servicios de Soldado tendrán para concretar su oferta hasta el 3 de agosto, más tarde la operación se dispararía más allá de los 50 millones de euros.