Juan Antonio Pizzi no quiso dejar nada al azar y optó por hacer un ensayo general en el Sadar, antes de la semifinal del próximo jueves que les enfrentará al Sevilla de Emery. Salió con el once de gala, un once que , a excepción de Vezo, será el que salte al Sánchez Pizjuan con la intención de obtener un buen resultado que les permita jugar la vuelta con garantías.
Pero el Valencia salió relajado, quizás con la cabeza en Sevilla, y a pesar de que intentó llevar la iniciativa en el juego, la velocidad de circulación de balón era escasa y los desmarques casi nulos.
Con Alcacer solo en punta y una mediapunta inexistente, el delantero valencianista jugó desasistido. Los únicos balones que le buscaban llegaban por alto, en desplazamientos largos procedentes de la zaga, siempre con ventaja para los centrales rojillos. El peligro creado en la primera mitad fue nulo.
Osasuna, por su parte, intentó presionar en el centro del campo la salida de balón de Parejo, aunque su presión era tímida y racheada. No es que Osasuna hiciese más mérito que el Valencia pero en la primera mitad supo aprovechar su oportunidad.
El gol local llegó tras un fuerte disparo desde fuera del área que Guaita despejó dejando muerto el esférico en el área pequeña para que Oriol Riera lo empujara al fondo de las mallas. La primera mitad siguió por los mismos derroteros y a pesar de ello el Valencia mereció la oportunidad de lanzar un penalti, por una clarísima mano, que el colegiado no vio o no quiso ver.
La segunda mitad comenzó igual que había terminado la primera, con el Valencia aletargado y Osasuna intentando sorprender. El el minuto 51 llegó el primer susto para Guaita que vio como Roberto Torres estrellaba el esférico en el poste. Osasuna avisaba.
En el 56 entró Jonas en sustitución de un desaparecido Feghouli. La intención de Pizzi estaba clara, buscarle un socio a Alcacer que le ayudase a conectar con Parejo.
En el 65 se retiró Vargas, que no estuvo al nivel esperado. En su lgar entró Vinicius Araujo. Pizzi no estaba contento con el rendimiento de sus mediapuntas y así lo hacía constar. Era la oportunidad para el joven delantero brasileño procedente del Cruzeiro.
Diez minutos mas tarde Pizzi agotaba los cambios. Ruben Vezo daba paso a Piatti. Keita pasaba a la posición de central y Piatti se desenvolvía con total libertad. El entrenador argentino buscaba mayor movilidad, y esta no tardo en llegar.
En el 80 llegó el gol del empate. Fue con un ataque rápido, un pase de Araujo al interior del área para que Jonas batiese por bajo a Andrés Fernández. El Valencia ponía las tablas en el marcador sin haber hecho demasiados méritos.
Empate a uno que no deja satisfecho a nadie, que deja al Valencia sin objetivos en la liga y un partido del que Juan Antonio Pizzi habrá podido extraer pocas consecuencias válidas de cara a la semifinal de la Europa league del próximo jueves.
Diez minutos mas tarde Pizzi agotaba los cambios. Ruben Vezo daba paso a Piatti. Keita pasaba a la posición de central y Piatti se desenvolvía con total libertad. El entrenador argentino buscaba mayor movilidad, y esta no tardo en llegar.
En el 80 llegó el gol del empate. Fue con un ataque rápido, un pase de Araujo al interior del área para que Jonas batiese por bajo a Andrés Fernández. El Valencia ponía las tablas en el marcador sin haber hecho demasiados méritos.
Empate a uno que no deja satisfecho a nadie, que deja al Valencia sin objetivos en la liga y un partido del que Juan Antonio Pizzi habrá podido extraer pocas consecuencias válidas de cara a la semifinal de la Europa league del próximo jueves.
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