Desde que Rodolfo Valentino Mijatovic se enfundó la camiseta del Madrid, cuando el Valencia se estaba jugando la liga, no se ha vuelto a producir un fichaje del club che hacia el de la meseta. Aquella temporada la política del Valencia cambió rotundamente, el club valencianista le plantó cara al Madrid, le miró a los ojitos y le advirtió que nunca más se iba a producir un traspaso del Valencia hacia la entidad merengue. Aquel día el Valencia comenzó a ser grande.
Desde entonces el flujo de jugadores de un club a otro siempre fue desde Madrid a Valencia, nunca al revés. Mista, Milla, Mata, Helguera... lo confírman.
La entidad valencianista se negó a negociar traspaso alguno con el Madrid en repetidas ocasiones, así Mendieta tuvo que emigrar a Italia porque cuando el Madrid realizó su oferta por el rubio Gaizka, el VCF le remitió a la clausula de 60 millones. Más tarde sucedió algo parecido con Pablo Aimar, con David Albelda, con el ratón Ayala o con el mismo Vicente; ninguno de ellos salió del Valencia porque hasta hoy, el Valencia CF mantuvo su palabra: si el Madrid quiere a algún jugador che, sabe que el precio está en la claúsula.
Ahora vuelve Calderon al ataque y lo hace precisamente de la mano del traidor engominado. 30 millones más Granero o De la Red, esa es la oferta. Podría decirse que es un buen negocio, tal vez, el caso es que vender a Villa al Madrid significará mucho más que una simple venta, será el reconocimiento público de que una época se ha cerrado, de que el VCF vuelve a su pequeñez de antaño. Por eso, los dirigentes valencianistas deberían buscar otra salida para el asturiano, una salida léjos de la liga española, una salida buena para David y digna para el club.
Chelsea y Arsenal pagarían cifras parecidas y el VCF se ahorraría el bochorno de ver como sus estrellas se van hacia la capital.
Piénsenlo
Toda la razón. a no ser que la oferta sea la más jugosa y sustancial, nada de vender al Madrid.
ResponderEliminarEsta es otra de las "soleradas" a las que desgraciadamente nos está acostumbrando el patético mandatario que nos ha tocado sufrir. Y lo malo es que no será la última.
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