La barraca del tio Barret

Lunes 9 de febrero, después de 2 semanas por tierras valencianas, con un gripazo de campeonato y las fuerzas mermadas, llego a Manises con la intención de tomar un avión que me dejará en Malpensa (y acertarás) en donde tomaré otro con destino Atenas.

Al entrar en el aeropuerto me dirijo a la tienda del VCF con la intención de comprar algunos souvenir valencianistas. La gripe me impidió hacerlo antes, pero a sabiendas de que en el aeropuerto hay una tienda, no me importó, lo dejaré para el último momento, pensé.

Subo las escaleras mecánicas y me dirijo a la tienda valencianista, al Templo del fútbol. Mis ojos no dan crédito, la tienda ha sido desmantelada, se han marchado, está vacía, no hay nada. El suelo está lleno de polvo y suciedad, ni siquiera barrieron el local antes de marcharse definitivamente. Da la impresión de que fue una huída precipitada, un desalojo express.

La fachada de la tienda sigue mostrando que allí, en su día, existió una tienda del Valencia. La imagen es es vivo reflejo del club, tras una fachada moderna, el deshaucio, el derribo, el abandono, la desolación.

Os aseguro que me sentí indignado, no por no poder comprar los regalos, eso era lo de menos. Lo que me indignó es que los planes de marketing mundial, de explotación de recursos del club pasen por el cierre de las tiendas del mismo. Haremos bodas, bautizos y comuniones porque no sabemos hacer otra cosa, aparte del ridículo, algo a lo que nadie nos gana. Puede que con la nueva web vendamos camisetas online en Japón, lo que no podrán los japoneses es comprar camisetas en Valencia, en el aeropuerto de Manises.

El señor Soriano debería explicar por qué permite que la imagen del club para aquellos que aterrizan en Valencia sea la de un local abandonado, sucio, desmantelado, deshauciado precipitadamente. ¿Es que tal vez no sbe usted proyectar una imagen mejor?. Gracias por hacerme sentir vergüenza, se lo debo a usted.

Ustedes han convertido el "Templo del fútbol" en la barraca del tio Barret