Unai cuenta con Miguel

Hay cosas que tienen dificil explicación, o al menos, a uno se lo parece. Ya sé que son innumerables los avances científicos, médicos, técnicos que cualquier especialista en la materia puede explicar con la sencilla aplicación de una pequeña fórmula matemática o con el simple desarrollo y aplicación de una teória comprobada en innumerables ocasiones y que a pesar de ello, mi limitada mente, no podrá comprender jamás. Pero lo de Unai con Miguel es harina de otro costal, esto no hay científico capaz de explicarlo ni teoría matemática que lo avale.

Desde que comenzó el curso 2010 el entrenador vasco ha castigado los retrasos del luso, apartándolo del equipo en sendas ocasiones. Cuando esto sucedió, en esta página defendí que Unai se equivocaba, que los retrasos a entrenamientos debían tener sanciones económicas que perjudicasen directamente a la economía del portugués y nunca sanciones deportivas que perjudicasen o mebguasen las fuerzas del equipo.

Por eso ahora, resulta tan inexplicable la actitud del entrenador en este nuevo affaire del portugués. Miguel Brito no ha llegado tarde a un entrenamiento, lo que ha hecho el luso es algo que, en mi modesta opinión, perjudíca mucho más al Valencia CF.  Miguel ha manchado la imagen del Valencia a nivel mundial, ocupando portadas de los  periódicos deportivos de innumerables países que dejaban al club valencianista en un lugar al que a los valencianistas nos duele ver.

Y es justo ahora, cuando realmente se le ha hecho daño a  la entidad, el momento en el que el entrenador se acuerda del valor deportivo del jugador y da un paso adelante para, no solo evitar que se le de pasaporte a otro destino sino que lo convocará (todo apunta a que será así) y posiblemente hasta tenga la titularidad el próximo domigo ante el Español de Barcelona.

Unai es un buen tío, vale, pero la coeherncia en sus decisiones es algo que parece no destacar entre sus mayores virtudes. Si he de ser sincero, creo que sus reiteradas equivocaciones están perjudicando demasiado a un equipo que con algunas decisiones acertadas, podría estar sorprendiendo a más de uno en su rendimiento actual.

Por qué Unai sancionaba al equipo con la ausencia de Miguel cuando éste se retrasaba media hora en su llegada al entrenamiento o a la cita para la foto oficial y ahora que ha perjudicado públicamente la imagen del club, le apoya y se niega a que se le sancione deportivamente.

Que conste que yo siempre defendí que la obligación de un futbolista es jugar al fútbol y por tanto, las sanciones deportivas no perjudican a los infractores sino al club que les paga. Lo sorprendente es este distinto rasero de Unai en la forma de aplicar sanciones, esta falta de coherencia que yo, por mi parte, no se a que atribuír. ¿Tal vez a que comienza a ser consciente de lo mal que ha gestionado los minutos de cada jugador en esta primera parte del campeonato y ahora le asaltan las dudas?, de eso también veníamos avisando aquí desde hace tiempo.