La guerra de los mundos

Orson Welles, el 30 de octubre de 1938, en la cadena de radio CBS, adaptaba al formato radiofónico la novela titulada "La guerra de los mundos". En la misma, una serie de meteoritos, que finalmente se desvelarían como naves marcianas, caían sobre el planeta tierra. Los marcianos derrotaban a los americanos y se hacían con el control del país gracias a unos gases y venenosos y un extraño rayo de calor. El pánico cundió entre la población norteamericana que pensó que, aquella representación teatral en formato radiofónico, estaba sucediendo en la realidad y pronto las calles se llenaron de gente que pensaba que los EEUU estaban siendo invadidos por marcianos.

Algo así es lo que creo que están intentando hacernos creer con el Valencia CF. No hay constancia de que el partido ante el Lecce se haya producido, apenas las dos jugadas de gol que no duran más de 20 segundos y ningún canal de TV, ni en directo, ni en diferido ha retransmitido el partido en sus noventa minutos.

 Las sospechas de que este partido nunca se jugó se acrecentan si pensamos en la cantidad de veces que se anunció el partido y después se cambió por otro rival, en este caso el Xerez. Incluso las camisetas que lucía el Lecce eran sospechosamente parecidas a las que en su día lució el Valencia CF, por lo que no se descarta que las hayan rescatado del baúl de Españeta.

Estoy convencido, el Lecce -Valencia no se jugó. Fue simplemente una estrategia de marketing para poner en mercado a Fernándes -autor de una asistencia y un gol- lo cual hace sospechar aún más; para lavar la imagen de un equipo que ha cosechado resultados lamentables durante la pretemporada y para revalorizar a Aduritz que, hasta el partido de la Fiorentina, no había marcado y que, curiosamente, ayer volvió a marcar.

Tal vez seas de los que creas que esto que te estoy contando lo hago en tono irónico..., tal vez, lo que es indudable es que el Valencia CF se ha convertido en lo mismo que el equipo de mi ciudad, que milita en la Regional Preferente, en un equipo invisible del que solo vemos los goles en la tele local.