el brasileño Jonas due el autor del único gol del encuentro
La tarde se presentaba tranquila. Por cierto, no hay quien entienda esto de los horarios. O nos adaptamos a Europa en lo que a horarios de trabajo se refiere, o que Europa se adapte a nuestros horarios de fútbol. No es normal jugar un jueves a las 19.00 h. y esperar que, los pocos que aún conservan el trabajo en este país, puedan acudir desde alguno de los rincones de la comunidad.
El Valencia vio en el Stoke un rival inferior y como le suele ocurrir en estos casos, se contagió y jugó una primera parte horrorosa a algo que podría parecerse en algunos aspectos del juego a eso que llamamos fútbol, pero desde luego no en lo que a la forma de tratar el balón se refiere.
El gol de Jonás en el minuto 23 debió dar la tranquilidad necesaria y convertirse en el preludio de una gran tarde en la que, de una vez por todas, el Valencia le diese una alegría a la afición poniendo de manifiesto, con juego y goles, la infinita superioridad técnica y de calidad que se le presuponía.
No fue así. El equipo siguió romo en ataque y con tremendas lagunas defensivas que pudieron costarle algún disgusto.
La segunda mitad, a pesar de que fue de claro control de la posesión valencianista, el equipo no acabó de transmitir y tanto en ataque como en las lagunas defensivas calcó el papel de la primera mitad.
He leído y oído que Parejo y Pablo hicieron un gran encuentro. Creo que la palabra grande se usa con demasiada ligereza para catalogar la actuación de uno u otro jugador. Ya lo dije en la ida, el Stoke era rival para el Valencia y así se ha demostrado. Los de Unai podían haber cuajado una gran faena, pero como tantas veces, optaron por liquidar la tarde con una faena gris y con media "Stokada", que les lleva directo a octavos de final.
Próximo rival el PSV, apuesto a que ante los holandeses salimos a tocar el balón.
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