El Valencia volvió a dejarse remontar, esta vez ante el Zaragoza
No fue San Mamés el lugar donde el la crisis valencianista se hizo más aguda, al contrario. El 0-3 ante los de Bielsa con el hat-trick de Soldado pareció disipar todas las dudas, curar todos los males del equipo en un instante. Pero solo fue un espejismo, uno más en la travesia del desierto por la que Llorente y Unai llevan al Valencia. Tan solo tres días después de la "nit del foc" de la Catedral del fútbol, el Valencia sucumbe, de nuevo, de forma incomprensible, en su estadio y ante el colista de la liga que, para más Inri jugó con 10 hombres y en el tramo final del partido se quedó con nueve.
No se entiende tal cúmulo de estrépitos en Mestalla. Sporting, Mallorca, PSV... siempre sucede en las segundas partes. Siempre tras una buena Primera mitad. Siempre desperdiciando ventajas en el marcador e incluso superioridades numéricas.
Hacer una lista de las derrotas bochornosas vividas en la era Unai daría para más de un post y tampoco se trata de hacer leña del árbol caído. La realidad es la que es. El Valencia sigue tercero, pero solo ha ganado la mitad de los partidos que ha disputado en su estadio y eso sin contar los tropiezos caseros cosechados en champions league.
El colchón de puntos obtenido en la primera vuelta a llegado a su fin. Una única victoria en Mestalla en lo que llevamos de segunda vuelta ha hecho posible que, a falta de diez jornadas, el Levante se sitúea tres puntos; y el Málaga, de ganar al Rayo en la Rosaleda, se situará a la misma distancia. El Valencia se ha metido en un lio, lo han hecho ellos solitos y ellos lo tienen que enmendar. Tras vivir dos tercios de la temporada sin rivales, su indolencia ante equipos teóricamente rivales, les ha llevado a esta situación. Comienza una nueva liga de tres equipos en la que el Valencia parte con tres puntos de ventaja. Ganarla supone la champions, ser segundo jugar la previa de la champions y ser tercero les aboca a la Europa league.
A Llorente le Tiemblan las piernas. En los últimos diez días ha mantenido tres charlas con el equipo y alguna más con el entrenador. Unai sigue porque no Llorente no tiene un proyecto, porque no encuentra a alguien que tan dócil y que cobre lo que cobra Unai. El equipo tendrá que terminar con lo que tiene y somos muchos, algunos lo advertíamos desde hace tiempo, los que pensamos que se le pone muy cuesta arriba mantener la tercera posición.
Caer ante el Zaragoza, un equipo que descenderá a segunda división, si no se disuelve antes, y caer cuando tenían el marcador a favor es algo que, con el pasado de este equipo, a cualquier entrenador le hubiese costado el puesto. Además el Zaragoza jugó con diez desde el minuto 21 de partido y el Valencia se dejó remontar.
Mestalla sacó los pañuelos al viento, esta vez con más intensidad que la pasada semana tras el estrépito vivido ante el Mallorca o tres días antes tras encajar dos goles en los últimos minutos ante el PSV. La afición está harta pero esta vez no ha entonado el Unai vete ya, como se lo habían dedicado a otros entrenadores. La afición miró al palco y Llorente sabe que si el equipo no acaba tercero su silla corre serio peligro. El proyecto está agotado desde hace mucho. Ahora solo queda aguantar el tipo como se pueda y terminar terceros. De no hacerlo, además de los mencionados problemas, los acreedores pueden ponerse nerviosos. Y todo por no saber ganar cuando se es mejor.
Da mucha pena ver como el Valencia se rompe en cualquier momento y contra cualquiera. Ayer, lo peor fue que no me sorprendió. Porque aunque eramos superiores, nuestro juego era más que previsible y nuestros movimientos lentísimos. Así no se puede
ResponderEliminarAyer Mestalla dictó sentencia. La afición, que acude al campo cada partido, se ha cansado de ver partidos nefastos de su equipo, pero no han pedido la cabeza de su entrenador, sino que la pañolada se dirigió al palco. Llorente sabe que ha devaluado demasiado a una plantilla que ya no tiene referentes válidos; una plantilla que no conecta con su afición y de ahí la cada vez más escasa afluencia de publico a Mestalla. El fin de ciclo ha llegado y con Emery debería irse Llorente también.
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