Claves para entender al Valencia CF

El Valencia sigue sin encontrar el camino de la regularidad de juego y resultados

Concluida la novena jornada, el Valencia ha logrado el 50% de los puntos en juego. Con cuatro victorias, cuatro derrotas y un empate, El equipo de Djuckic está demostrando que su nivel está muy por debajo del exigible para un club de la entidad del Valencia.

Pero no solo son las cifras lo que deben preocupar, ni siquiera que el equipo ande en la zona media de la tabla y a gran distancia de los puestos de champions (el tercer puesto ya está a nueve puntos y si el Villarreal gana esta noche estará siete puntos por delante del VCF), lo realmente preocupante es la imagen que el equipo ofrece y las dudas que rodean, tanto al proyecto deportivo como al institucional.

El proyecto de Amadeo Salvo no va como se había explicado. Existen graves problemas en lo que a la refinanciación de la deuda se refiere y a los pagos que la Fundación debe afrontar. En el ambiente flota la idea de que los días de Salvo al frente del club están contados y que pronto será un fondo de inversión quien se haga con las riendas del mismo.

En este sentido, la indefinición institucional en que está inmersa el club afecta de forma clara al proyecto deportivo. Jugadores como Soldado o Ramí se han marchado dejando claro que no confiaban en el proyecto; el francés Mathieu también ha dejado entrever sus dudas en alguna ocasión y Ernesto Valverde se marchó (con una rueda de prensa lamentable) poniendo en duda el futuro del club.

En lo que respecta exclusivamente al plano deportivo se han tomado decisiones dificilmente comprensibles. La salida de Soldado con malas formas dejó treinta millones de euros al club pero también una sensación extraña entre el grupo. La salida de Soldado y Valdez obligó a fichar a dos delanteros (Pabón y Postiga) que hasta el momento no están dando la medida de lo que de un delantero del Valencia se espera.

El debate en la portería sigue generando problemas y posiblemente en el mercado de invierno tengamos alguna sorpresa. Diego Alves quiere jugar todos los partidos para así apurar sus posibilidades de jugar el mundial y Guaita ha dejado entrever, en alguna ocasión, que si no dispone de minutos buscará una salida.

La defensa tampoco se está mostrando como una roca precisamente. El pasado verano el club decidió ceder a Aly Cissokho al Liverpool. Cissokho era el único lateral izquierdo de que disponían en la plantilla, ya que Mathieu a pasado a ser central y cuando se le pide que juegue de lateral, muestra su disconformidad. Así pues, son dos interiores reconvertidos (Bernat y Guardado) quienes tienen que frenar los ataques del rival por el flanco izquierdo del equipo che. Pese a que ambos ponen de su parte, la banda izquierda del VCF poco o nada tiene que ver con aquella compuesta por Mathieu y Jordi Alba, que destrozaba a los rivales.

El centro de la zaga se ha visto debilitado con la salida de Ramí, también lo estaba con Ramí desconectado, algo que deberían haber detectado en verano para darle una salida que habría permitido incorporar a un central de calidad. En estos momentos el equipo solo tiene tres centrales (R. Costa, Mathieu y Victor Ruíz), dos de ellos zurdos, condición que limita mucho más las combinaciones posibles porque Djukic es contrario a alinear a dos zurdos juntos en la posición de central.

Con Ramí en el Milan, el club se plantea la subida de un jugador del filial para que ocupe la vacante, pero quienes pueden hacerlo ya han cumplido los 23 y, de jugar con el primer equipo, no podrían volver al filial, además el Valencia Mestalla está jugando con dos zurdos, situación que complica más aún la cuestión.  Queda pues buscar una cesión en el mercado de invierno, un parche que no dejará satisfecho a nadie.

En el centro del campo encontramos a Javi Fuego que se ha hecho con el puesto de titular y que está rindiendo a gran nivel. La cara opuesta es la de Oriol Romeu, que llegó cedido para hacerse con el puesto de titular y que, hasta ahora, ha mostrado un nivel físico que no es digno de un jugador de primera división. Si Oriol no reacciona, su cesión no habrá servido para nada.

El mediocentro ofensivo tiene nombre propio. El argentino Banega, con altibajos, se ha hecho con la titularidad y acumula casi todos los minutos en juego. La excesiva dependencia de este jugador hace que el VCF se resienta cuando el argentino no está bien o cuando atraviesa fases de excesivo individualismo.  Dani Parejo, que terminó la pasada temporada en un gran estado de forma, en el inicio de la actual apenas cuenta para el entrenador y su participación está siendo casi testimonial. Si Djukic quiere tener un centro del campo competitivo tendrá que trabajar duro para que, tanto Oriol como Parejo, disputen más minutos y lo hagan al nivel que de ellos se espera.

En las bandas tampoco se ha encontrado el efecto esperado. La irregularidad de Feghouli ha dado paso a la entrada de Fede. El joven argentino, que  proviene del Valencia Mestalla, ha causado sensación y, a pesar de que está por cuajar, está siendo el hombre más incisivo del equipo y el que mayores opciones de pase crea y encuentra. Fede es una bocanada de aire fresco, pero no se puede cargar sobre él la responsabilidad del ataque.

El serbio apuesta fuerte por Pabón, pero lo introduce por banda izquierda, con lo que la entrada de Bernat es casi imposible. Pabón, que llegó con aires de goleador, está a un ritmo bajisimo y no demuestra ni la rapidez ni la explosividad que de él se espera. Es cierto que juega escorado y que, tal vez, su puesto esté más al centro y más cerca de la portería rival, pero también lo es que no está aportando cosas interesantes al equipo.

Solo Jonas está respondiendo cuando se le necesita. El brasileño, con sus goles, ha sido clave en la recuperación del equipo y hasta el momento, junto a Joao Pereira, que además de dominar la banda derecha se ha echado el grupo a la espalda y de Ricardo Costa que está siendo el central más seguro, el resto del equipo está por debajo de lo que de ellos se espera.

No he querido hablar del partido de ayer porque lo considero una mera anécdota. He preferido hacer un breve repaso a las fortalezas y debilidades del grupo para que se entienda mejor que es lo que al equipo le ocurre y por qué no consiguen una continuidad en el juego y en los resultados.

El equipo se resiente atrás, tiene problemas en las bandas, excesiva dependencia de un jugador en la creación y le falta calidad en ataque. Para suplir estas deficiencias es necesaria una implicación absoluta del grupo, trabajo solidario y entrega máxima del primer al último minuto. Cuando una de estas variables no se da, el equipo se conviene en vulnerable y llega incluso a parecer vulgar.

En mi opinión, Djukic haría bien en darle más minutos a Parejo y Canales para que alcancen el tono deseado, situar a Pabón en punta y presionar a los preparadores físicos para que Oriol Romeu se ponga a punto a la mayor brevedad posible.

Braulio Vázquez, por su parte, debería solucionar la cuestión del lateral izquierdo. Urge un jugador específico en ese puesto, sea del filial o llegado por una cesión, pero el equipo cojea por el flanco izquierdo y eso afecta al conjunto del trabajo defensivo y también en el ofensivo.

Dicho esto, hay que insistir en que aún no hemos visto a que quiere jugar el Valencia. Falta un estilo de juego definido que si bien, no dudo que exista, lo cierto es que no se plasma en el terreno de juego.