Lo que se oculta trás el empate del Valencia ante el At. de Madrid

El Valencia mereció un marcador mejor ante el At. Madrid

El Valencia cuajó anoche un gran partido, ante un At. de Madrid al que, desde la llegada de Simeone, le llueven los elogios merecidamente. La talla del rival da más mérito si cabe a la actuación de un Valencia que dominó, corrió, presionó y defendió cuando tuvo que hacerlo como no le habíamos visto hacerlo en toda la temporada.

Fue un error en un despeje de puños de Guaita lo que permitió al equipo colchonero adelantarse de forma injusta en el marcador. El Valencia estaba jugando como los ángeles y solo la gran actuación de Curtois y la ineficacia de Postiga les habían privado de ir por delante en el marcador.

 

Mestalla vivió una noche mágica, el efecto Pizzi ha revolucionado al equipo, le ha hecho resucitar y en tan solo una semana el equipo parece otro muy distinto al que ha deambulado por los campos de España y Europa durante tantos meses. En tan solo dos partidos parece que los problemas hayan quedado atrás y que el pasado sea historia, estamos ante un nuevo Valencia, un equipo que, jugando así, da la impresión de poder perder muy pocos partidos.

Pero, ¿qué les ha dado Pizzi para que se produzca este milagro?, es lo que la mayoría de aficionados se están preguntando a día de hoy.

Creo que la respuesta es fácil. No se trata tanto de ver lo que ha hecho Pizzi sino de pensar en lo que los jugadores antes no querían hacer y ahora han decidido ofrecer.

Por mucho que Pizzi y su mágnifico preparador físico hayan trabajado estos días, que lo han hecho, es imposible que un equipo fuera de forma pueda transformarse hasta el punto de poner contra las cuerdas al At. de Madrid de la forma que el Valencia lo hizo anoche. La intensidad con la que el equipo jugó fue posible gracias a que, guste o no, físicamente se encuentran bien ahora y se encontraban bien hace dos semanas. Lo que ha cambiado es la voluntad de la plantilla.

Por eso no hay que caer en la falsa euforia, el efecto Pizzi durará lo que la plantilla quiera que dure y jugarán bien mientras quieran seguir peleando como lo hicieron ayer. Siempre he defendido que esta es una plantilla caprichosa y acomodada y anoche me dieron toda la razón. Celebro que hayan decidido empezar a competir de una vez por todas, pero no podemos cerrar los ojos a lo que ha estado pasando. Los jugadores son los principales responsables de la situación en la que se encuentra el equipo.

Esperemos que la reacción no sea un efecto gaseosa y que el equipo consiga reducir los diez puntos que les separa de la cuarta plaza, objetivo que debe ser prioritario y casi único. Sin la champions no somos nadie.

Y cuando se logre, cuando se esté ensalzando la remontada, en el momento en que todo sean magníficas palabras para el equipo, aprovechar y darle puerta a cuantos jugadores hayan estado vacilando al club, bien con su rendimiento o con sus declaraciones. Ese y no otro será el momento para realizar la tan necesaria limpieza de plantilla que necesita este equipo.

Vamos a animarles, a empujarles hacia el triunfo, pero que no nos hagan olvidar lo que, por sus caprichos, hemos sufrido. Démosles aliento hasta el final y permitamos que se revaloricen, así tendrán una salida hacia clubes grandes y ambas partes saldrán beneficiadas; ellos podrán engañar a otro grande y nosotros nos desharemos de su desidia y recuperaremos la inversión para poder confeccionar un verdadero equipo de fútbol, de los que pelean siempre, jueguen donde jueguen y se enfrenten a quien se enfrenten.