El lider invisible y el casi-lider

El Valencia se hizo la foto oficial vestido de lider

Ya ha quedado claro que el Valencia no existe. Si el pásado sábado nos acostabamos con la portada de Marca asegurando que el Madrid dormía lider a la espera de lo que hiciese el At. Madrid, hoy la cosa está más clara aún si cabe. El Madrid es lider, sin paliativos, da igual lo que haga el At. de Madrid, el Real Madrid es lider y si el rival de los colchoneros gana esta noche, pues nada, el equipo invisible no contará para nadie y el Madrid seguirá siendo lider.

Para los que no lo hayan captado aún; en la liga española está el Real Madrid, lider indiscutible independientemente de los puntos que sume;  el At. de Madrid que o es lider o casi-lider, y despues hay un vacio, una no liga en la que mires por donde mires no hay nadie, solo el ombligo periodístico de la meseta lamiendo sus propias heces, que es lo que más les gusta hacer.

En realidad los de Mou son lideres desde antes del inicio liguero, desde el mes de agosto, cuando CR7 andaba mostrando chocolatinas en las terrazas de sé yo que playa; ¡chocolatinas de lider!, que dulzura; cuando el mejor portero de la historia se besaba en directo con la mejor periodista de la historia para confirmarnos que era el beso del lider; cuando llegó el mejor entrenador de la historia para entrenar al equipo lider de una liga que no había comenzado pero que ya tenía ganador ...

Pero eso es algo que poco o nada debe preocupar al aficionado valencianista. Las mejores batallas son las que se ganan en silencio, sin molestar demasiado, sin armar mucho ruido. Por eso, esta noche hay que ayudar en Mestalla a que el once invisible golee al casi-lider. Si es posible hay que golear, porque como no existimos, pues tampoco les dolerá demasiado y nosotros pues a disfrutar de nuestra fiesta particular.

 Que en junio el club se iba a disolver, en agosto estabamos condenados a la segunda división y mira tu por donde, hoy....

si, ya lo sé, hoy ni existimos, pero que dulce inexistencia esta de andar por ahí arriba, donde para ver a los grandes hay que mirar hacia abajo.

No importa lo que dure, lo importante es que mientras estemos ahí lo sepamos disfrutar sin que nos vean y sin que nos importe demasiado lo que publiquen mañana.