El Valencia suma su tercera victoria consecutiva en liga, cuarta si contamos la goleada ante el Bursaspor en champions league, y asalta el liderato. El equipo ché es el único que cuenta los partidos oficiales por victorias.
La Victoria por 1-2 en el Helmántico le da al Valencia el liderato en solitario tras un partido en el que los valencianistas comenzaron como en Turquía, comiéndose al rival, y en el que únicamente la actuación arbitral posibilitó que los blanquiazules se metiesen en el partido y acabasen por meter al Valencia en su propia área.
El tempranero gol de Mata y el posterior golazo de Pablo Hernández fueron el justo premio para un equipo que afronta los partidos a domicilio con mentalidad ganadora, sabiendo que, quien golpea primero, golpea dos veces.
Unai optó por mantener en el centro del campo a la pareja que arrasó en Turquía. Así, con Topal y Tino Costa gobernando la nave naranja, el equipo encontraba la línea de fondo con facilidad. Pablo y Joaquín se encargaban, una vez más, de romper a las defensas rivales por las bandas y en el centro, entrando desde atrás, Mata sorprendía a una defensa herculana que se mostraba incapaz de frenar al burgalés y a Roberto Soldado al mismo tiempo. En cada ataque valencianista había alguien con la marca sin fijar, la movilidad de los hombres de arriba sorprendió por completo a los de Esteban Vigo.
Con este panorama, solo la mala suerte o los árbitros podían meter al Hércules dentro del partido. Con 0-2 en el electrónico, corría el minuto 42 de partido cuando en una internada de Trezeguet, desde la línea de fondo, metió un balón hacia atrás que golpeó en el codo de David Navarro. El juez de línea interpretó voluntariedad en una jugada muy discutible y además de señalar penalti, le mostró la cartulina amarilla. El propio Trezeguet marcaba la pena máxima y el Hércules se retiraba al vestuario con la esperanza de la remontada intacta.
El inicio del segundo tiempo tuvo como protagonista de nuevo al colegiado. Ramírez Domínguez expulsó por doble amarilla a David Navarro en una jugada en el centro del campo en la que el propio Navarro recibió una dura entrada de Abel Aguilar. El central del puerto de Sagunto salió del campo en camilla y con la tarjeta roja que le impidió continuar. El recital arbitral no acabó ahí, en otras dos jugadas clave, también perjudicó al equipo valencianista. La primera de ellas fue una durísima entrada de Peña sobre Tino Costa; una amarilla hubiese supuesto la segunda para el jugador del Hércules y su consecuente expulsión. Ramírez Domínguez también se equivoco al dejar seguir una jugada en la que Pablo es derribado de forma clara en el interior del área de Munua. Demasiadas casualidades.
El Hércules se creció, el Valencia intentó recomponer sus filas y para ello tuvo que salir del campo Mata y dar entrada a Dealbert para tapar el agujero en defensa que Ramírez Domínguez había generado. Poco a poco los alicantinos fueron apoderándose del centro del campo a lo que Unai respondía quitando a Soldado y a Tino Costa y dando entrada al Chori Domínguez y a Fernándes. Pero los latigazos del Hércules amenazaban seriamente la victoria valencianista y el equipo ché se replegaba cada vez más.
Fueron minutos en los que la figura de Cesar emergió por encima de todos sus compañeros y sus rivales. Ni siquiera el árbitro puede con este tipo. Cesar se erigió en el héroe del partido y demostró que el elixir de la eterna juventud tiene dueño y este trabaja atajando balones bajo el arco valencianista.
Con el 1-2 acabó un partido que obligó al Valencia a trabajar más de lo que en la primera mitad podíamos presagiar. Una victoria que debe servir para seguir puliendo errores desde la tranquilidad que da saberse líder pero sin crecerse demasiado, confiando en las virtudes que pueden hacer que este equipo salga adelante con solvencia, como son la solidaridad para con el grupo, el esfuerzo individual y colectivo y una alta dosis de humildad. El camino está trazado, ahora queda recorrerlo.
La de problemas que nos hubiésemos ahorrado sin alguien hubiese fichado a César hace 6 años.
ResponderEliminarProblemas y millones de euros nos hubiesemos ahorrado. La verdad es que es de admirar que un tipo con la edad de Cesar se mantenga en ese estado de forma y de ilusión por seguir en la élite. Un fenómeno, sin duda.
ResponderEliminarAunque sea el principio y teniendo los pies en el suelo, la verdad que el Valencia lo noto cambiado, diferente, con las cosas un pelín más claras dentro y fuera del campo. A ver qué sucede en los 2 próximos partidos ante rivales de primer nivel.
ResponderEliminarPD: Sobre lo de César, no recuerdo un portero de esa edad y este nivel en años, es realmente sorprendente.