El Valencia ha empatado los dos partidos que ha disputado en la fase de grupos de la liga de campeones. El empate ante el Chelsea puede considerarse bueno, sin embargo, el de la primera jornada ante el Genk obliga a los de Emery a ganar en tierras alemanas para no quedar fuera de la lucha por la segunda posición.
La situación es preocupante. Las estadísticas están en contra de los valencianistas. Las duras tierras germanas, históricamente, han sido un duro escollo que en la mayoría de las ocasiones ha resultado ser insalvable para la entidad ché.
El doble handicap, el mal momento de juego y la historia en contra, deben revertirse ante un equipo eminentemente físico que pondrá las cosas tremendamente difíciles a los de Unai, sin embargo en talento les ganamos y eso es lo que hay que intentar, que el partido tome un cariz técnico en el que el físico no sea la nota relevante.
Los alemanes, en su campeonato doméstico, suman 14 puntos, lejos de los 22 que acumula el Bayer Munich; además, pero vienen de empatar lejos de su estadio, ante el segundo clasificado, el Monchengaldbach, lo que indica que es un equipo que difícilmente baja los brazos. A pesar de estar lejos del líder de la Bundesliga, y de no haber tenido un buen arranque de temporada -en 9 jornadas de liga han cosechado cuatro victorias, dos empates y han caído derrotados en tres ocasiones- la dificultad de lograr una victoria en tierras alemanas está fuera de toda duda y para lograrlo habrá que dar el 100%; las últimas experiencias léjos de Mestalla (Sevilla, Genk y Mallorca) así lo indican .
En champions, una victoria ante el Genk y una derrota ante el Chelsea, en tierras británicas, les coloca un punto por encima del Valencia con lo que queda claro que el doble enfrentamiento entre valencianistas y teutones dará, casi de forma definitiva, el pasaporte hacia la siguiente ronda.
Pero, a pesar de que todas las estadísticas están en contra del Valencia, no deberían volverse locos. La ansiedad en rara ocasión es buena aliada y analizando la situación fríamente, si el partido se pone cuesta arriba y no consiguen doblegar a los de Ballack, lo que no hay es que salir derrotados del BayArena. Un empate dejaría las espadas en todo lo alto y Mestalla sería el encargado de dictar sentencia.
El Leverkusen es un equipo que combina juventud y fuerza con experiencia. Al veterano Michael Ballack (35 años) le acompañan los ya expertos en estas lides Friedrich (30 años), Tranquilo Barnetta (26 años) el experimentado Hanno Balitsch (30 años).
Entre los más jóvenes destaca el defensa Omer Toprak (22 años), el centrocampista brasileño (procedente del Flamengo) Renato Augusto (23 años) y el joven y prometedor punta Karim Bellarabi (21 años).
En el cuadro valencianista las dudas de Miguel y Tino Costa son la nota más destacada. El regreso de Banega y la presencia de Topal en el centro del campo pueden ser dos novedades respecto al once inicial del pasado sábado. No se descarta que Albelda les acompañe, con lo que el 4-3-3 volvería a escena en un envite de alto voltaje.
La presencia de Soldado es indiscutible, sin embargo, las dudas siguen centrándose en la línea que le asistirá. La línea de mediapuntas no está mostrándose lo resolutiva que debiera ser por lo que el gol queda casi exclusivamente en las botas del ariete de Gandía.
Pero el problema del Valencia no se limita a la Soldado-dependencia, preocupa la falta de fluidez en el juego de creación en el que, la circulación de balón y los movimientos de desmarque, son excesivamente previsibles y hacen que la conexión con la delantera sea harto complicada.
Los Pablo, Piatti, Canales, Banega y Jonas están obligados a dar un paso al frente, asumir responsabilidades y darle al equipo ese plus que hasta el momento le ha venido faltando. Todos ellos son jugadores de calidad y buen desplazamiento de balón, por lo que el atasco y la falta de frescura en la creación no debería ser un escollo tan complicado de salvar.
Será el miércoles, a las 20:45 horas, cuando comiencen a desvelarse las dudas sobre el futuro del equipo en la presente temporada. Sin duda, la primera gran final de la temporada. Esperemos que se salde con balance positivo y que sirva para darle la vuelta a una dinámica irregular que viene acompañando al equipo en los últimos años en los que, en los partidos importantes, se muestra incapaz de dar el golpe que les devuelva al lugar en que estuvieron no hace tantos años.
Quedar fuera de la champions a las primeras de cambio podría traer consecuencias muy desagradables en el seno del club valencianista, tanto a nivel deportivo como económico. Esperemos que nada de esto suceda y que sepan regresar con el botín de los tres puntos que les coloque en disposición de seguir adelante en la competición europea por excelencia.
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Confío en sacar un empate y luego ganar en Mestalla.
ResponderEliminarEl Bayer, como todos los alemanes es un equipo duro y rocoso, y en su casa más todavía. Le tengo especial miedo a Derdiyok.
Van octavos en la Bundesliga, pienso que el VCF es ligeramente superior, eso si, no hay que tomarse ni la más mínima confianza.
Saludos.
Ya sabes lo que pasa con los casi-retirados y el VCF. A mí me da pánico Ballack, si tiene que hacer un partido bueno en toda la temporada, casi seguro que lo hace contra el Valencia. Esperemos que salgan vivos de allí y se pueda decidir en Mestalla
ResponderEliminarLo que es raro es que con 9 victorias y 4 empates sumen 14 puntos.
ResponderEliminarEs raro, si. Pero no es tan raro que, cuando se escribe durante horas, se cometa un error en una palabra, o en un dato. Gracias por el apunte y por leernos. Rectificado.
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